El norteamericano Paul Alexander, conocido como el "el hombre del pulmón de acero”, murió el martes pasado a los 78 años.

En 1952, a los seis años, Paul fue internado en Dallas debido a una poliomielitis que le causó la parálisis del cuello hacia abajo.

La secuela hizo que lo colocaran dentro de un pulmón de acero, una máquina que le insuflaba aires a través de un trabajo de presión, según informó la Agencia Reuters.

Imagen de archivo que muestra a Paul Alexander en el pulmón de acero. Fuente: AP.
Imagen de archivo que muestra a Paul Alexander en el pulmón de acero. Fuente: AP.

El fallecimiento de Alexander fue comunicado a través de la página Facebook que recaudaba fondos para sus gastos.

“Es absolutamente increíble leer todos los comentarios y saber que tanta gente se inspiró en Paul. Estoy muy agradecido”, dijo su hermano Philip. Además comentó que el dinero recaudado se destinará al sepelio.

Pese a estar confinado dentro del pulmón de acero, Paul logró graduarse en Derecho, ejercer la profesión y publicar libros. Mediante una técnica de respiración también pudo salir del encierro por cortos períodos de tiempo.

Alexander se negó a abandonar su "viejo caballo de acero" cuando le ofrecieron optar por otro tipo de dispositivos que se insertaban en la garganta desde fines de los 50'.

El descubrimiento de la vacuna contra la poliomielitis, tres años después de la infección de Paul, y el avance en el desarrollo de la aplicación vía oral en la década del 60' permitieron la erradicación de la enfermedad en la mayor parte del mundo.  

Sin embargo la Organización Panamericana de la Salud alertó sobre una baja en los niveles de vacunación en los últimos años que atribuyó a los movimientos antivacunas y la pandemia de Covid-19.