Hace ya once meses que la nave de carga de bandera surcoreana, MV Golden Ray, encalló frente a las costas de Georgia, Estados Unidos, con un cargamento de más de 4 mil autos cero kilómetros en sus bodegas.

El barco tiene una longitud de 200 metros y una manga de más de 35 metros y pesa 71 toneladas.

Ante la cantidad de intentos de rescate infructuosos que se vienen realizando desde septiembre del año pasado, las compañías Kia y Hyundai analizan declarar la “destrucción total” de los 4.200 vehículos que aún no pudieron ser recuperados.

De este modo, el Grupo Hyundai podrá reclamar la pérdida al seguro estimada en más de 150 millones de dólares.

Además, las firmas deberán lidiar con los miles de propietarios que habían comprado esos vehículos y que en muchos casos aún no pudieron obtener sus unidades coreanas cero kilómetros.

Las autoridades siguen buscando rescatar el cargamento, pero las sucesivas tormentas en la zona más la pandemia de coronavirus ha postergado los intentos.

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El barco encalló tras un incendio en sus máquinas y terminó recostado sobre uno de sus lados en el trayecto hacia el puerto de Maryland.

Un buque de salvamento de carga pesada fue enviado al lugar de los hechos a principios del mes pasado con la intención de empezar a desguazar el barco en ocho pedazos, antes de remolcarlo a una instalación de reciclaje en Luisiana.

Con la temporada de huracanes acercándose rápidamente, es probable que se produzcan más contratiempos, por lo que las tareas se suspenderán hasta octubre.

Dado que el desmantelamiento podría exponer al medio ambiente a productos químicos dañinos, una vez que haya comenzado, es importante que no se suspenda durante un período prolongado.

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Además, hay preocupación por el daño ambiental que se pueda producir, ya que los 4.200 ejemplares todavía conservan combustible en sus tanques, por lo que el barco está vigilado en todo momento por si se detecta algún derrame de hidrocarburos.