Quien hasta ahora se desempeñaba como ministra alemana de Defensa, Ursula Von der Leyen, tomará el comando de la Comisión Europea a partir del 1 de noviembre después de lograr el aval del Parlamento Europeo por muy estrecho margen.

Al final, sacó adelante su candidatura por 383 votos a favor, 327 en contra y 22 abstenciones. Tras conocer el resultado, Von der Leyen llamó a todos los grupos a “trabajar juntos” por una “Europa fuerte y unida”.

Por primera vez desde su fundación en 1958, una mujer estará al frente de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE).

El plan de Von der Leyen para ganarse la confianza girará en torno a la agenda ecologista, feminista y de refundación democrática que ha logrado tejer en poco más de dos semanas desde que el Consejo Europeo la propuso como candidata. Y con el que aspira a poner en marcha, en menos de 100 días desde la toma de posesión, una avalancha de medidas que sienten las bases para la transformación de la Unión Europea.

En los tres primeros meses de su mandato, Von der Leyen pretende lanzar, entre otras iniciativas, un Acuerdo Verde para blindar la reducción de emisiones de CO2 y movilizar un billón de euros en inversión sostenible; una norma para obligar a todos los países de la UE a introducir un salario mínimo; normas sobre transparencia salarial o legislación sobre las implicaciones éticas de la inteligencia artificial.

Von der Leyen, madre de siete hijos como recordó durante la investidura, parece convencida de que si no se aceleran los cambios las próximas generaciones de europeos ya no disfrutarán del modelo social, laboral y económico levantado en el Viejo Continente durante las últimas seis décadas.