El jefe de la diplomacia del viejo continente defendió el envío de armas a Ucrania y afirmó que no hacerlo hubiera sido "una inmensa hipocresía y un fallo histórico". Quien le salió al cruce fue Pablo Iglesias, secretario general de Podemos hasta el año pasado: "No es muy sensato estar defendiendo el envío de armas para una población civil obligada a enfrentarse a un ejército profesional que va a regar de sangre Ucrania, al mismo tiempo que esos países siguen comprándole gas a Vladimir Putin".

La frase que pronunció Borrell el sábado pasado retumbó en toda Europa y sorprendió por su dureza: "Nadie puede mirar de lado cuando un potente agresor agrede sin justificación alguna a un vecino mucho más débil, nadie puede invocar la resolución pacífica de los conflictos, nadie puede poner en el mismo pie de igualdad al agredido y al agresor; y nos acordaremos de aquellos que en este momento solemne no estén a nuestro lado".

El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. Foto: EFE
El alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. Foto: EFE

Como respuesta a esto, Iglesias recordó que cada día ese continente le compra una enorme cantidad de recursos energéticos a Rusia. "¿Quién está dando oxígeno a Vladimir Putin? ¿Quién está regando de millones a Vladimir Putin para hacer esta guerra? La respuesta es durísima: Europa, que cada día paga 600 millones de euros a Putin por el gas", respondió Iglesias, y llamó "hipócritas" a quienes defienden el envío de armas. La referencia apuntaba directamente a Borrell, a quien mencionó con nombre y apellido al opinar que sus declaraciones "no ayudan".

"Lo sensato y lo coherente en este momento sería poner todo el foco político y mediático en soluciones diplomáticas. Ojo, no va a ser bonita ninguna", sentenció el español.

El eje puesto en la dependencia del gas ruso

En las últimas horas, los ministros de Relaciones Exteriores y de Finanzas de Alemania relativizaron la posibilidad de sancionar a Rusia con la prohibición de importación de gas, petróleo y carbón de ese país. "Las sanciones no servirán de nada si en tres semanas descubrimos que no tenemos más que unos días de electricidad en Alemania y que se deben revertir las sanciones", explicó la jefa de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock, a la cadena ARD.

La dependencia alemana de los recursos energéticos rusos es altísima: 55% del gas y 42% del petróleo y carbón que importa Alemania provienen del país que lidera Putin. El gobierno teutón dice que revertir esta situación llevará tiempo.

Pablo Iglesias también se refirió a esta discusión: "El vicepresidente de Alemania, que es de los verdes, supuestamente un progresista de una familia europea democrática, dice abiertamente que no pueden dejar de comprar gas ruso porque eso supondría un enorme problema social".