La vicepresidenta electa Kamala Harris fue senadora por el estado de California.

Se transforma así, al ser la compañera de fórmula de Joe Biden, en la primera mujer negra y la primera persona de ascendencia india en llegar a la vicepresidencia de Estados Unidos.

Se la define a Harris como una mujer progresista, pero al mismo tiempo pragmática. Fue la ex rival de Biden en la carrera presidencial.

Por otro lado, fue una fiscala que rompió barreras antes de ser elegida para el Senado en 2016.

En la fiscalía

Harris, de 55 años, nació en Oakland, California. Fue fiscala general de California y fiscala de distrito en San Francisco.

El historial de Harris en la fiscalía —fue la fiscala de distrito en San Francisco de 2004 a 2011 y la fiscala general de California de 2011 a 2017— se ha descrito como una “progresista” y ha argumentado que es posible tener mano dura contra el crimen y, al mismo tiempo, confrontar las profundas desigualdades del sistema de justicia penal. 

Como ejemplo de su marcado progresismo pragmático se encuentra que Harris ha sido una opositora de la pena de muerte y se negó a buscarla cuando un policía fue asesinado en San Francisco en 2004, un episodio que generó protestas en ese momento, pero que ella ha mencionado como ejemplo de su compromiso con un sistema judicial más justo.

Sin embargo, diez años más tarde, cuando un juez declaró inconstitucional la pena de muerte en California, Harris apeló la decisión, bajo el argumento de que estaba obligada a hacerlo en su papel de fiscala general del estado.

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Senadora

Tras ser elegida al Senado en 2016, Harris se convirtió en la primera mujer negra en estar en la cámara en más de una década.

En su periodo relativamente breve como senadora júnior de California, se volvió famosa por sus interrogatorios intensos a funcionarios y nominados del gobierno del presidente Donald Trump, entre ellos Brett Kavanaugh, durante la audiencia de confirmación para la Corte Suprema, y el ex fiscal general Jeff Sessions, durante una audiencia del Comité de Inteligencia del Senado.

En años recientes, buscó aliarse más con la fracción de izquierda del Partido Demócrata. En un inicio respaldó el proyecto de ley “Medicare para todos” del senador Bernie Sanders, antes de cambiar su postura durante la campaña presidencial. También ha respaldado propuestas para aumentar el salario mínimo a nivel federal a 15 dólares por hora y para corregir el sistema de fianzas del país.

Harris ha defendido con vehemencia la legislación de justicia racial en respuesta al asesinato de Floyd y ha respaldado propuestas para que se reforme la vigilancia y el linchamiento sea un crimen federal.

Candidatura fallida

Cuando anunció su propia candidatura a la presidencia —en el cumpleaños de Martin Luther King de 2019—, se presentó como una candidata que hacía historia, y le rindió homenaje a Shirley Chisholm, la congresista de Nueva York que se convirtió en la primera mujer en buscar la nominación para presidente del Partido Demócrata.

Su candidatura se disparó en las encuestas después de un sólido primer debate, pero luego cayó y nunca volvió a ganar fuerza.

No obstante, en enero de 2019, cuando entró a la carrera, se le consideró una de las favoritas, y tuvo un impacto al principio de la trayectoria de la campaña.

Finalmente, dio de baja su candidatura presidencial y fue elegida como compañera de fórmula de Joe Biden, cargo que resultó electa finalmente.

Fuente: New York Times