El Washington Post publica hoy un completísimo informe en el que anticipa las decisiones que prepara el saliente presidente Trump, dispuesto a usar hasta el último día de su gestión para condicionar al presidente entrante.

La crónica indica que se espera que Trump ordene al ejército estadounidense retirar miles de tropas de Afganistán, Irak y Somalia para cuando deje el cargo en enero, repatriando fuerzas estadounidenses de conflictos lejanos, alrededor del mundo.

Según un borrador de orden que circulaba en el Pentágono el lunes, el número de fuerzas estadounidenses en Afganistán se reduciría a la mitad del actual despliegue de 4.500 soldados.

En Irak, el Pentágono recortaría los efectivos ligeramente por debajo de los 3.000 soldados. Y en Somalia, se irían prácticamente el total de los más de 700 soldados que realizan misiones de entrenamiento y antiterrorismo.

En conjunto, los recortes reflejan el antiguo deseo de Trump de dejar de asumir el costo de los combates militares de larga duración contra las insurgencias islamistas en países de África y Oriente Medio, una misión demoledora que USA sostiene desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Trump eligió la estrategia de ataques principalmente conducidos por drones, aeronaves no tripuladas, cuyo uso permite ataques dirigidos, sin arriesgar tropas propias. El uso de este armamento condujo a una escalada en las denuncias por muertes de civiles no vinculados a los conflictos.

Pero las aspiraciones del presidente han tropezado con resistencia desde hace mucho tiempo, ya que sus propios funcionarios de seguridad nacional argumentaron que el abandono de estos países podría tener consecuencias catastróficas, como cuando Estados Unidos se retiró de Irak a fines de 2011, dejando un vacío que fomentó la ascenso del Estado Islámico en Irak y Siria.

Trump también presionó repetidamente para retirarse de Siria, pero varios centenares de soldados estadounidenses permanecen estacionados allí. El objetivo es proteger los codiciados campos petroleros en poder de los aliados kurdos respaldados por Estados Unidos de ser capturados por el gobierno del presidente Bashar al-Assad. Según el informe, los debates actuales sobre las retiradas no incluyen a las tropas de Siria.

El plan en discusión para la retirada de Somalia no se aplicaría a las fuerzas estadounidenses estacionadas en las cercanías de Kenia y Djibouti, donde se tienen su base los drones estadounidenses que llevan a cabo ataques aéreos en Somalia, según dejaron trascender funcionarios familiarizados con las deliberaciones internas que hablaron con la condición de anonimato.

Las dotaciones reducidas de tropas que permanecerían en Irak y Afganistán también serían suficientes para mantener capacidad para llevar a cabo este tipo de ataques.

Trump dijo en una publicación de Twitter el mes pasado que quería que los 4.500 soldados estadounidenses en Afganistán regresaran a sus hogares para Navidad, pero los principales asesores militares y de seguridad nacional desaconsejaron una retirada tan precipitada. El presidente finalmente aceptó una reducción menor, dijeron los funcionarios.

Las decisiones sobre retiradas de tropas en Afganistán e Irak habían sido reportadas anteriormente por CNN .