Un error involuntario de una azafata habría sido la causa de la caída del Boeing 787 Dreamliner de la empresa aérea LATAM que realizaba la ruta entre Sydney y Santiago de Chile, lo que provocó que más de 50 personas terminaran heridas.

Ocurrió el lunes 11 de marzo, y generó pánico entre los pasajeros cuando la aeronave comenzó el brusco descenso, que concluyó con el aterrizaje de emergencia en Nueva Zelanda.

Según un informe publicado este viernes por el Wall Street Journal, la asistente de vuelo se encontraba sirviendo la comida a los pilotos, cuando se apoyó sobre un interruptor ubicado en la parte posterior del asiento del comandante, que hizo que éste se desplazase bruscamente hacia adelante, empujando al piloto contra los controles del avión.

Al presionar involuntariamente la palanca de comandos debido a que, aparentemente se encontraba sentado con sus piernas cruzadas sobre el asiento, el piloto automático se desconectó y el avión inició un brusco descenso, generando la caída posterior.

Según la información recopilada se estableció que, si bien esta función usada para poner el asiento en posición de almacenamiento no está diseñada para funcionar con el piloto sentado en él, provocó que la función se habilite.

El interruptor de movimiento del asiento está debajo del apoyacabezas. Foto: NA
El interruptor de movimiento del asiento está debajo del apoyacabezas. Foto: NA

Un vocero de Latam aseguró que la empresa “está trabajando con las autoridades para avanzar en la investigación del incidente”, pero no efectuó comentarios sobre los datos publicados por el matutino estadounidense.

Por su parte, Boeing -la fabricante de la aeronave- señaló en un comunicado que se encontraban “en contacto con nuestro cliente (Latam). Boeing se mantiene lista para colaborar en cualquier actividad relacionada con la investigación, según se le solicite”.

El avión Boeing 787 de Latam llevaba 263 pasajeros a bordo y 9 miembros de la tripulación cuando aterrizó de emergencia el lunes a las 16:26 hora local (01:26 de Chile) en el aeropuerto de Auckland, en Nueva Zelanda, después de que el avión se precipitara súbitamente en pleno vuelo.

“Una sobrecargo (azafata) de visita en la cabina de pilotos para servirles la comida apoyó su codo en la cubierta del interruptor que mueve eléctricamente el asiento para guardarlo. El asiento procedió a moverse hacia delante, empujando al capitán contra la palanca de mando pues, aparentemente, estaba sentado con las piernas cruzadas. Al presionar la palanca se desconectó el piloto automático (AP) y se inició un breve descenso en picada”, señaló el Wall Street Journal.

Además, la publicación especializada Air Current, publicó previamente un informe respecto de que la investigación se estaba centrando en un movimiento inesperado del asiento del piloto.

“Un representante de la junta de seguridad aseguró que los primeros antecedentes apuntan a que el movimiento del asiento fue ‘provocado por el piloto, aunque no intencionalmente'”, destacó Air Current, mientras que otro integrante señaló que “el movimiento del asiento provocó que la nariz del avión descendiera bruscamente”, sin tener en ese momento detalles de cómo se produjo el desplazamiento.

Fuente: NA