Las fuerzas de seguridad españolas trabajan en el diseño de un operativo que incluirá francotiradores, perros y brigada antiexplosivos.

El objetivo central del imponente despliegue que se observará en las inmediaciones y en el interior del estadio del Real Madrid, será evitar desbordes y el posible choque de hinchadas entre River y Boca.

Un grupo de policías revisa cada hora las alcantarillas que rodean el estadio en busca de elementos explosivos u objetivos peligrosos. Y además le piden el documento a cada una de las personas que filma esos procedimientos.

Tanto efectivos como perros especialmente entrenados realizan esta labor. Las autoridades entienden que la realización de un evento de tal magnitud acaparará la mirada de todo el mundo, por lo que puede llegar a ser utilizado como objetivo de ataques externos que poco tengan que ver con el partido.

En las terrazas de los alrededores del Bernabéu se dispondrá un grupo de francotiradores, los que deberán monitorear desde las alturas todo lo que ocurra. Incluso los controles llegarán a la estación de Metro que lleva el mismo nombre que el estadio, que será inspeccionada hasta debajo de los andenes.