Recientemente se concreto un trabajo del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (Cibici) –un instituto de doble dependencia (UNC-Conicet), radicado en la Facultad de Ciencias Químicas–, donde se caracterizaron de manera exhaustiva, las alteraciones de las células inmunes.

El estudio demostró que las personas con síndrome de Down –aunque estén sanas– tienen un sistema inmune hiperreactivo: se comporta todo el tiempo como si estuviera combatiendo una infección viral. Precisamente esta característica es lo que permitiría explicar su mayor riesgo a padecer enfermedades autoinmunes.

Respecto del tenor de la investigación, Mariana Maccioni, investigadora del Cibici y directora de la investigación, explicó a Canal U que “lo investigado explicaría por qué las personas con síndrome de Down, mientras están más protegidas que el resto de la población contra la mayoría de los tumores sólidos, tienen una mayor incidencia de enfermedades autoinmunes y altamente predispuestas a desarrollar otras condiciones, como la enfermedad de Alzheimer y trastornos autoinmunes –en los que el sistema inmunitario ataca erróneamente los tejidos sanos–, como diabetes tipo I y celiaquía, entre otros.

Maccioni remarcó que “en particular, las personas con síndrome de Down tienen una tasa de incidencia de ciertas enfermedades marcadamente diferentes al resto de la población.”

“Gracias a las políticas de inclusión y de estimulación temprana, las personas con síndrome de Down han expandido sus expectativas de vida y hay muchas investigaciones tendientes a mejorar su calidad de vida, y en esta implicó investigar su sistema inmunológico”, dijo la investigadora del Cibici quien agregó que “es muy interesante tratar de entender por qué las personas con síndrome de Down tienen este espectro diferencial de enfermedades y para eso nos focalizamos en estudiar las células circulantes en sangre.”

“A la investigación la hicimos con un argentino residente en el exterior, el Dr. Joaquín Espinosa y fue el trabajo de tesis doctoral de Paula Araya”, destacó Maccioni quien detalló que “pudimos detectar que los glóbulos blancos de las personas con síndrome de Down están hiperactivados, es decir tienen una facilidad muy alta para responder frente a estímulos, cuando se los extrae para ser estudiados en laboratorio y se los estimula proliferan mucho más activamente, liberan mayor cantidad de substancias, y estar tan hiperreactivos podría dar la idea del por qué estas personas desarrollan más las enfermedades autoinmunes.”

Al ser consultada sobre la potencialidad de esta investigación en relación a avanzar en la producción de medicamentos que controles esta situación, Mariana Maccioni se mostró cautelosa al señalar que “a nosotros nos gusta ser cautos porque esta es una investigación que está en sus inicios y no podríamos decir aún que nos va a servir para un tratamiento a corto plazo para las personas con síndrome de Down, sí nos permite conocer más su sistema inmunológico y sobre este tipo de enfermedades que padecen, no solamente la personas con síndrome de Down, sino las personas de la población en general, y también nos ha permitido estrechar lazos con nuestra comunidad porque nos hemos juntado un grupo de investigadores, todos interesados en abordar distintos aspectos de la fisiopatología del síndrome de Down, y eso ha generado un grupo a nivel local donde están Cecilia Montes, jefa del Servicio de Genética Médica del Hospital de Niños de la Santísima Trinidad y con otros investigadores de Córdoba interesados en la temática: Pablo Helguera y Lucas Sosa, y más recientemente con la otorrinolaringóloga Carina Valeriani, todos los que queremos sembrar una semilla acá en Córdoba para poder estudiar cómo están distintos aspectos de la salud de las personas con síndrome de Down y los niños con síndrome de Down de nuestra ciudad por lo que esperamos conocerlos más para poder pensar en distintos tipos de tratamientos, terapias o abordajes hacia su condición.”

Sobre la colaboración de Joaquín Espinosa, es importante destacar que es Director Asociado del Linda Crnic Institute for Down Syndrome, investigador argentino residente en el exterior, y que esta investigación fue parcialmente subvencionada por el MINCyT, PICT-RAICES.

Más sobre el síndrome de Down

Es causado por una copia extra del cromosoma 21, por lo que también se lo conoce como “Trisomía 21”1. Es la anomalía genética más común en la población humana, con aproximadamente un caso cada 700 personas nacidas vivas.

En el cromosoma 21 residen muchos genes involucrados en la respuesta inmune, entre ellos cuatro de las subunidades que conforman los receptores para la familia de los interferones.

“Estas moléculas cumplen un papel esencial en la defensa contra los virus. De hecho, cualquier célula del organismo puede producirlos ante una eventual infección viral. Además, los interferones cumplen un rol fundamental en la promoción de una respuesta inmune antitumoral, por dar un ejemplo” explica Maccioni, directora de la investigación.

La hiperreactividad se asociaría con la actividad de estos genes triplicados, que están en el cromosoma 21.

“Observamos una clara correlación entre la activación marcada de las células T de los individuos con T21 y la respuesta exacerbada que ellos manifiestan. Como si estuvieran combatiendo una infección viral de forma sostenida o crónica. Lo más llamativo es la inhabilidad del sistema inmune de frenar esa hiperactivación, lo cual podría explicar el aumento en la incidencia de enfermedades autoinmunes (caracterizadas por respuestas exacerbadas del sistema inmune) y la menor incidencia de tumores sólidos en esta población”, explica Maccioni.

Estos hallazgos revelan oportunidades de intervención terapéutica para modular la función de las células y mejorar los resultados de salud en personas con síndrome de Down.

“Conocer las causas de este patrón diferente de susceptibilidad a enfermedades nos ayudaría no solo a mejorar la calidad de vida de las personas con Trisomía 21, sino a conocer nuevos aspectos de estas patologías, que también sufre el resto de la población”, agrega Maccioni.

Cómo se caracteriza el sistema inmune

Caracterizar una célula implica evaluar exhaustivamente sus “características” o “propiedades”, para tener una idea de cómo está funcionando. Cuanto más moderna es la tecnología utilizada, es posible identificar diferencias más sutiles dentro de una misma población de células, en este caso los linfocitos T.

Los linfocitos T son células fundamentales del sistema inmune, son un tipo de glóbulo blanco que circula en la sangre.

“Antes, con los microscopios comunes, todos los glóbulos blancos se veían parecidos, pero a medida que usamos tecnologías más modernas podemos apreciar cuán diferentes son”, explica Maccioni. Y agrega: “Se analizan entonces muchas variables de los linfocitos T de forma simultánea y luego se hacen análisis estadísticos complejos para ver las diferencias que existen entre los linfocitos T de una persona con trisomía y otra de control”.

Respecto al procedimiento, la investigadora explica: “Lo que se hace es tomar la sangre de las personas, purificar los glóbulos blancos y lo primero que miramos es una serie de marcadores presentes en la superficie de la célula, aproximadamente 15 marcadores a través de una tecnología que se denomina citometría de flujo. También las purificamos y realizamos cultivos celulares en donde las enfrentamos con distintos estímulos para ver cómo proliferan, qué sustancias liberan, cómo reaccionan. Siempre comparándola con el mismo tipo celular de los controles de la misma edad y género”.

Además, ha sido publicada en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Science de USA.

De izquierda a derecha: Pablo Helguera, Lucas Sosa, Mariana Maccioni y Jeremías Dutto.

Autores y autoras cordobesas: Mariana Maccioni, Nicolás Nuñez, Emiliano Roselli y Paula Araya.

Todos los autores y autoras: Araya P, Waugh KA, Sullivan KD, Núñez NG, Roselli E, Smith KP, Granrath RE, Rachubinski AL, Enriquez Estrada B, Butcher ET, Minter R, Tuttle KD, Bruno TC,Maccioni M, Espinosa JM.

El síndrome de Down en el mundo

Cada 21 de marzo es el Día Mundial del Síndrome de Down según lo decretado en 2011 por la Asamblea General de Naciones Unidas que designó ese día con el propósito de generar mayor conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente a las personas con síndrome de Down.

La iniciativa buscó, además, resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.

Actualmente, su inclusión en el sistema educativo y las mejoras en la salud pública lograron que su expectativa de vida aumente significativamente hasta más de 65 años, por lo cual es sumamente necesario encarar estudios para mejorar su calidad de vida.