Redes sociales, sistemas de mensajería y hasta plataformas de videojuegos. En la era digital las herramientas concebidas para nuevas modalidades de interacción también resultan empleadas por delincuentes para cometer delitos. 

Los delitos perpetrados a través de, o gracias a, medios digitales reciben el nombre genérico de cibercrimen y merecen una creciente atención. La multiplicidad de dispositivos a los que se conectan diariamente millones de personas, junto a la dispar alfabetización en la materia, suponen crecientes oportunidades para los delincuentes. 

En su mayoría son actos antiguos, como las estafas o los engaños, aggiornados a tiempos actuales. A veces persiguen finalidades económicas o vinculadas a intereses empresariales; otras tantas terminan afectando intangibles como el honor y la reputación.

Pero en paralelo continúa desarrollándose una de las modalidades tan antiguas como aberrantes: los abusos sexuales.

La virtualidad no ha supuesto un obstáculo para los depravados. Munidos de medios tecnológicos, han redefinido su accionar. Las estrategias se siguen basando en un minucioso estudio de las víctimas. La difusión pública información sensible, como lo son los datos personales, les facilita su cometido.

Aprovechan la laxitud de ciertos controles en entornos digitales donde muchos no son quienes dicen ser. Perfiles falsos abundan y tienden anzuelos. 

Los ciberdelincuentes mantienen su predilección por sujetos y grupos indefensos. En este caso particular les niñes, sobre quiénes tienden un "cerco digital" del que les resulta difícil salir. Sufren de una vergüenza que les impide elevar la voz. La repetición de la mecánica les convierte en víctimas una y otra vez.

La nueva emisión de la temporada 2020 del ciclo Justicia Cerca ajustará su enfoque hacia este tipo de crímenes. Se titulará Delitos sexuales por medios tecnológicos y hará especial hincapié en el grooming, figura incorporada al Código Penal argentino hace sólo siete años para tutelar la integridad de los menores de edad.

La coproducción realizada entre el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y el Canal 10 presentará dos casos considerados relevantes para la jurisprudencia provincial.

Por un lado, la causa de Patricio Pereyra, quien se convirtió en el primer docente condenado por delitos sexuales a través de medios telemáticos. Por otro lado la del músico Franco Carignano, sancionado por abusos sexuales sin haber mantenido contactos físicos con sus víctimas, entre las cuales hubo menores de edad.

La compleja trama de estos crímenes será analizada por distintos integrantes del Ministerio Público Fiscal: Ingrid Vago, fiscal de instrucción especializada en delitos contra la integridad sexual; Sebastián García, integrante de la Relatoría Penal del Tribunal Superior de Justicia; Aylen Croppi, psicóloga del equipo técnico que interviene con las víctimas de delitos contra la integridad sexual y José Argüello, vocal de la Cámara en lo Criminal y Correccional de Río Tercero.

El programa se emitirá este viernes 18 del corriente, desde las 23, por Canal U. Se repetirá el sábado desde a las 21 y el domingo a las 17, por la misma señal, que se ubica en el 31.2 de la grilla de la Televisión Digital Abierta, el canal 5 de Cablevisión HD y el 542 del sistema Flow.

Denuncias

Las denuncias por delitos sexuales por medios digitales pueden presentarse en la Unidad Judicial de Delitos contra la Integridad Sexual, sita en el Polo de la Mujer, calle Entre Ríos 680 en la ciudad de Córdoba. Los teléfonos son 0351-4481616, internos 34421/34423/34424