La Ley  N° 27.159 establece que en lugares públicos o privados de acceso público, y en qué condiciones, deben instalarse desfibriladores automáticos.

En comunicación con La Perra Vida de Radio Universidad el profesor Julio Pablo Comadira quien co-dirige la Clínica Jurídica coincidió en la importancia del fallo y dijo estar convencido de que con este camino iniciado se van a salvar muchas vidas y se evitarán numerosas muertes súbitas o salvarán a personas que tengan paros cardíacos en lugares públicos o de acceso público”, desarrolló el docente.

Julio Pablo Comadira by cba24n.com.ar

La demanda se hizo en el marco de la Clínica Jurídica que lleva adelante la Facultad de Derecho de la Universidad Austral donde los alumnos de grado realizan prácticas profesionales: litigan en casos reales, tanto en beneficio de personas carenciadas, como en temas de interés público, con la guía y patrocinio letrado de abogados de primer nivel.

También el Dr. Comadira explicó que existía una ley en referencia a Contrato de Trabajo sancionada en 1974 pero que en uno de sus postulados no reglamentó. Uno de los puntos obligaba a que los lugares de trabajo tuviesen guarderías y salas maternales. “Desde la Clínica exigimos para que se reglamente en defensa y protección de la mujer. En 1974 podía entenderse y hoy la responsabilidad es compartida. Es inexplicable que no lo hayan impulsado por los gremios o desde el mismo Estado.”, concluyó el letrado. 

¿Qué dice la ley de muerte súbita?

La norma, sancionada el 1° de julio de 2015, establece la instalación de desfibriladores automáticos en lugares públicos y privados de acceso público. Sin embargo, a más de seis años de su promulgación, no se cumple por no estar reglamentada. La muerte súbita representa la mitad de las muertes cardiovasculares y el 25% del total de las muertes en adultos. 

Frente a una muerte súbita, la persona afectada se desploma, pierde la conciencia, deja de responder, de respirar normalmente y pierde el pulso. La muerte cerebral y la muerte clínica comienzan a ocurrir entre cuatro y seis minutos después de un paro cardíaco, por lo que es importante actuar de inmediato.