El final de la tercera tanda de entrenamientos del MotoGP en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana vivió este sábado una gresca insólita que involucró a los pilotos Kaito Toba y Jaume Masiá. Ellos, que aceleraban por mejorar sus tiempos para buscar la mejor posición posible de cara a la carrera del domingo, cerraron su jornada de la peor forma: a las piñas.

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La bandera a cuadros ya había sido mostrada y ambos estaban lanzados en su último intento de vuelta rápida con la intención de superar el corte e ingresar de forma directa a la Q2 de la clasificación. El japonés y el español estaban quedando afuera y buscaron acelerar, con el peor resultado: en la curva 11, el nipón se abrió un poco, el valenciano se metió por dentro y al salir, ambos se tocaron y se cayeron. Allí se terminó la ilusión, deslizándose sobre el pavimento, y comenzó la gresca.

Ya de pie y sobre la grava, Masiá aplaudió irónicamente la acción. Toba se le acercó y se dijeron unas palabras, mientras algunos auxiliares se iban acercando a sus posiciones. Ese cruce verbal le puso más pimienta el cruce y el oriental soltó dos sopapos sobre el casco de Jaume, que volvió sobre sus pasos y golpeó con mayor intensidad a Kaito. Los comisarios, que habían acudido, tuvieron que separarlos luego de un tercer cruce, con empujones y nuevos golpes.