Córdoba no para
En el que fue definido como un discurso breve y sin sorpresas, el Gobernador Juan Schiaretti abrió el año legislativo sin hacer ninguna referencia a las políticas de género. Mientras tanto, la violencia machista se ha cobrado ya la vida de cinco cordobesas y aumentan las denuncias ante el Polo de la Mujer. Además, la feminización de la pobreza y la vulnerabilidad de las niñas, niños y adolescentes alcanzan niveles más que alarmantes.
En una provincia pionera en la conformación de instituciones dedicadas a la prevención y contención de las mujeres expuestas a las más diversas modalidades que adquiere la violencia machista, que creó el Polo y le dio rango ministerial a la Mujer y a la Igualdad, no es normal que el titular del Ejecutivo no haya incluido en su discurso la más mínima referencia al tema.
Nadie duda de la importancia de la obra pública, pero es que el ministerio de la Mujer que encabeza Claudia Martínez ya declaró a mediados del año pasado el Estado de Emergencia en materia de violencia de género, y el Gobernador no dijo ni una palabra.
Los números demuestran a las claras que la Emergencia continúa. Gabriela Verónica Lencinas e Ivana Soledad Juárez, ambas de la ciudad de Córdoba; Nilda Peano, de Villa Dolores; Melisa Moyano, de Jesús María y Liliana Beatriz Stefanatto, de Villa María, fueron asesinadas por sus parejas y son las cinco mujeres cordobesas víctimas de femicidio en el inicio del 2021, poco más de un mes.
Según el primer informe del año del Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano”, de La Casa del Encuentro, los femicidios a nivel nacional ascienden a 32. Para la organización Mumalá, los femicidios serían 30. En cualquier caso, y más allá de la indispensable unificación oficial de los datos, son números altísimos. En la distribución por provincias se informó de 14 femicidios en Buenos Aires; 5 en Córdoba; 3 en Santiago del Estero; 2 en Salta, La Rioja y Mendoza, mientras que en Neuquén, Santa Fe, Tucumán y Río Negro se registró un caso. En el resto de las provincias, hasta ahora, no se han producido femicidios.
Córdoba no para, no para de sumar femicidios a la estadística nacional. Y esta vez ocupa el segundo lugar, tras la provincia de Buenos Aires, en el lamentable recuento de mujeres asesinadas por violencia de género. Por ello no es admisible la ausencia de toda referencia al tema en el inicio del año legislativo.
La Emergencia en materia de violencia de género debe ir más allá de la declaración. Es indispensable un presupuesto específico para poner en marcha y/o profundizar políticas concretas de prevención y acompañamiento, así como iniciativas reales contra la desigualdad. Cinco femicidios en un año que recién comienza resulta espeluznante. Y si el tema no ocupa un lugar central en la agenda política no hay ninguna posibilidad de parar este flagelo.