Silvio Robles y Marcelo D’Alessandro consiguieron que el juez federal Sebastián Ramos archive una denuncia que se había presentado por los chats que se filtraron a finales de diciembre y que mostraban cómo el principal asesor del presidente de la Corte, Horacio Rosatti, le daba indicaciones al ministro de Justicia y Seguridad de Horacio Rodríguez Larreta. 

Todo ya venia muy oscuro con el viaje de los Jueces y Clarín a lago escondido. Una de las denuncias contra estos mafiosos las hizo un gobernador pero rápidamente el abogado de los copitos logró que se la llevara a la causa a Comodoro Py. 

Allí se metió Stornelli, un fiscal procesado por espionaje ilegal y con toda celeridad logró que el juez Ramos archive todo con los mismos argumentos con los que en otros casos se había condenado. Lo que se dice una verdadera aberración jurídica. Lo digo como abogado desde hace 40 años, esto es una clara muestra de la podredumbre judicial y una de las razones del deterioro público de toda la Institución. 

Seguramente nos sorprenderemos por el silencio de las Cátedras de Derecho, las Asociaciones de Magistrados, Academias, Colegios de Abogados y demás nidos de complicidad.