Lo que el poder económico que somete a la Argentina necesita, no es que se pague la deuda macrista sino todo lo contrario. Necesita que no se pague, o que cueste muchísimo hacerlo. La clave no está en la deuda contraída y robada, sino en el condicionamiento económico, político e ideológico que el neoliberalismo impone a los países endeudados. 

La escandalosa deuda Macri dejó a la Argentina de rodillas y hoy sólo hay dos caminos posibles para los electores. Uno es aplicar las recetas del último libro del endeudador serial y así, profundizar la entrega de recursos y derechos al poder económico del norte. La otra opción es que todos los matices de los sectores que se oponen al neoliberalismo, encuentren denominadores comunes programáticos y que se unan en torno de ellos. Ambas fuerzas confrontarán fuertemente apenas concluya el mundial de fútbol. 

El poder económico sólo tratará de desestabilizar lo más posible al gobierno. Su objetivo es que Larreta sea el Presidente y así asegurarse que Argentina siga presa del Fondo y no busque otros recursos, como por ejemplo los que podrían venir de China. Con un gobierno neoliberal asentado en poder represivo, sería más fácil controlar las variables geopolíticas y de éste modo saquear los recursos naturales Argentinos. 

Después que las cabezas se despejen del fútbol el centro del debate debería volver a ser el tema de la deuda que dejó Juntos por el Cambio. La cuestión no está saldada porque no hay manera de pagarla, ni en el corto ni en el mediano plazo. Por lo tanto hay que volver a discutir cómo encarar el problema. A la gente común lo que más le importa es la cuestión de precios y salarios. El tema de la deuda macrista tiene directa relación con éstos temas cotidianos. 

Las fuerzas políticas y sociales democráticas deberán definir una propuesta clara para las mayorías que hoy sufren las consecuencias de la deuda, agravada por otras situaciones como la pandemia y la guerra. Pero ninguna propuesta va a enamorar a las mayorías sino se estabiliza la cuestión inflacionaria. Éste es el gran desafío que condicionará los siguientes cinco años de la Argentina. 

La deuda macrista condiciona la política, la columna de Álvaro Ruiz Moreno

El mapa electoral es complejo y las alianzas dependerán de sí hay o no elecciones PASO. Hay por lo menos seis espacios que se irán reacomodando éste año. La derecha Macrista el Radicalismo colonizado por el Pro, los Libertarios, el Peronismo de derecha, la izquierda Troskista y el Kirchnerismo con sus aliados progresistas. Éstos son los actores principales en torno de los cuales va a girar la política durante los próximos meses en esta bendita Argentina.