La reelección de los intendentes se convirtió en un proyecto al que el justicialismo le dio prioridad 1° en la Legislatura provincial. De hecho, hace varios meses que el oficialismo trabaja sin pausa en los detalles para lograr esta ley que permitirá a los jefes municipales presentarse nuevamente como candidatos en sus ciudades, pueblos y comunas en los comicios provinciales del año próximo.

Una ley sancionada durante la administración de Juan Schiaretti, hace unos años, prohibía epxresamente tal situación. La iniciativa había sido presentada y defendida por escuderos del propio gobernador.

Sin embargo, las cosas cambiaron y el PJ avanzó con esta hipótesis, con el convencimiento de que le aportará votos que le permitirán retener el poder en 2023.

El propio jefe del Ejectuvio provincial sabe que su partido tiene los representantes necesarios en la Legislatura Unicameral como para convertir el proyecto en ley sin apoyos externos.

Sin embargo, bajó una orden a su tropa: buscar el aval de la mayoría de los intendentes y jefes municipales, tanto oficialistas como opositores.

Y se fijó un número de apoyos: 150 opositores al menos. Hace una semana o un poquito más, una reconocida dirigente del justicialismo le pidió a una persona que milita en la oposición el aval de 150 intendentes radicales.  Eso sería suficiente, dicen que dijo la dirigente a su interlocutora. En principio, no hubo una respuesta o un compromiso, ni nada por el estilo.

En paralelo se había establecido la fecha para el debate de ese proyecto de ley: el 29 de junio.

Sin embargo, la falta de apoyo masivo lleva al jusiticialismo a pensar en la postergación del debate de la iniciativa que, en principio sería tratada y sancionada en julio, concretamente después de las vacaciones de invierno, según anticiparon fuentes del oficialismo.

“Es necesario establecer consensos, amplios consensos para darle volumen y robustez a este proyecto que le dará a muchos intendentes volver a presentarse”, confió un legislador del peronismo. Además, recordó que “por el hecho de participar nuevamente, no quiere decir que esos intendentes o jefes comunales sean reelegidos. Tendrán que someterse al veredicto de las urnas, eso es una obviedad pero hay que remarcarlo para que quede claro”.

Presión del radicalismo

Los entusiastas defensores de la reelección indicaron que los intendentes radicales comenzaron a retacear el apoyo que al principio habían insinuado por “presiones de referentes nacionales y provinciales de la UCR, ya que les dicen que les están haciendo el juego al gobernador Schiaretti”. Casi un rezongo, pero totalmente real.

Es cierto, desde Juntos por el Cambio, las voces de la primera fila cuestionaron expresamente el proyecto de reelección y llamaron a no sumarse a esa propuesta que va contra los intereses de la oposición, especialmente del radicalismo, de recuperar el poder provincial.

La pulseada continuará y mientras más pasen los días, más complicada la tendrá el oficialismo para sacar la ley “con amplio consenso”. Eso sí, cuando se agote la paciencia del gobernador, la sanción de la norma deberá hacerse aún sin el aplauso generalizado. Es que los votos se cuentan de a uno y cada sufragio a favor es una pequeña victoria.