Un penal cobrado fue el detonante para que el partido igualado 1 a 1 fuera suspendido, por la falta de comportamiento de los padres y cuerpo técnico, que lejos de separar a los menores que estaban a los empujones, prefirieron arreglarlo a los golpes.

Los adultos lejos de dar el ejemplo a los planteles de la quinta división del club Sameep y Chaco For Ever, decidieron invadir el campo de juego, insultarse entre padres, y después terminar a las piñas.

Los padres así, convirtieron el campo de juego en un cuadrilátero, al igual que los asistentes técnicos de ambos equipos, obligando al árbitro suspender el encuentro que no contaba con seguridad policial, lo que se puso más complicado para apaciguar los ánimos.

Papelón: padres y técnicos a las trompadas en un partido de divisiones menores