Hasta hace poco, las movidas más mediáticas atravesaban a Juntos por el Cambio, con eje en las interminables internas y los celos y desconfianzas cruzados entre todos los integrantes de la coalición.

Luis Juez promovía y promueve pasiones encontradas: o se lo quiere o se lo detesta. Eso pasa con buena parte del radicalismo, por ejemplo.

El peronismo estaba hace poco con un perfil mucho más moderado, a pesar de la falta de definiciones y de la ausencia de certezas. De la boca para afuera se quería vender un casi seguro triunfo en las urnas, pero puerta adentro la lectura no era tan optimista. Sin embargo, había cierta paz.

En las últimas semanas todo cambió y empezó a desatarse una carrera loca por la Intendencia de la ciudad de Córdoba. Una encuesta de la consultora Zuban Córdoba y asociados puso en un virtual empate técnico a cuatro candidatos: Daniel Passerini, Alejandra Vigo, Miguel Siciliano y Marcelo Rodio, en ese orden. Entre el primero y el cuarto existía una diferencia de apenas cinco puntos si la elección de intendente se realizaba el mismo día que la de gobernador.

El sondeo queda hoy desactualizado porque se suman jugadores. Por un lado está el legislador provincial Juan Manuel Cid, quien ya no oculta sus deseos de sumarse a la competencia.

Cid es un hombre de la mesa chica del intendente Martín Llaryora, pero acá se juega por la suya. En pocos días se definirá su lanzamiento informal porque los peronistas aseguran que sólo hablarán de gestión, aunque nadie les cree demasiado en el establishment político.

Y ahora surge un nuevo nombre, viejo conocido de los juecistas, de los peronistas y de todo Córdoba: Héctor “Pichi” Campana, actual titular de la Agencia Córdoba Deportes y una suerte de debilidad para el gobernador Juan Schiaretti y su esposa la senadora nacional Alejandra Vigo.

Un hombre con historia

Campana ya fue candidato a intendente en 2011, en una fórmula que encabezó secundado por la propia Vigo. En 2007 fue vicegobernador de Schiaretti y años antes, en 2003, desembarcó en la política alistado junto a Luis Juez.

Campana no abandonó sus sueños de ser intendente de Córdoba y ahora su nombre volvió a sonar fuerte en algún sector del peronismo schiarettista porque tiene un atributo que los otros anotados no poseen: no hace falta instalarlo.

Además de tener ya una carrera política en marcha y haber ocupado diferentes cargos, Campana tiene una dilatada etapa como basquetbolista y es muy conocido por todos. Y a lo largo de toda su vida pública no tiene manchas, lo cual a esta altura de las cosas es importante.

Eso ha hecho que algunos centros de poder hayan vuelto a poner su mirada sobre el funcionario schiarettista, quien tuvo alta exposición en los últimos días al acompañar al primer equipo de Instituto, que se coronó campeón nacional de básquet en Santiago del Estero.

Esta carrera se pone más que interesante. Habrá que ver si impacta de alguna manera y obliga a Juntos por el Cambio a acelerar los tiempos. Sin embargo, desde esa coalición manifiestan que no habrá demasiadas novedades hasta que Schiaretti no dé a conocer el cronograma electoral o no haya pistas firmes que permitan inferir cuándo se votará para elegir al intendente de Córdoba.

De momento, el exdeportista no dijo una palabra, pero el nombre suena como su apellido.