El periodista especializado en energía Nicolás Gandini dialogó con La Perra Vida por Radio Universidad y expresó que el subsecretario de Energía no es cualquier funcionario. De esta manera se refirió al pedido de renuncia que pesa sobre Federico Basualdo, que derivó en un cruce con el Ejecutivo nacional y con el propio presidente Alberto Fernández.

Además, detalló problemas que tiene el Gobierno Nacional en la toma de decisiones y abordó también la implicación interna del “fuego amigo”.

Gandini consideró que “hay dos miradas y un debate que no está saldado con respecto a las políticas tarifarias en Argentina. O se continúa con el congelamiento y el atraso como método o se busca un sistema progresivo y escalonado según el poder adquisitivo de cada sector”. Además, el especialista recalcó que hay sectores del Ejecutivo que consideran que hay que hacer mayor eficiente ese gasto en la contención social. Siempre sabiendo que se gasta mucho más de lo que ingresa y que la discusión es cómo calzar esa ecuación tarifaria que se lleva el sector eléctrico destinado a sectores altos y medios en detrimento de otros”.

Por otro lado, el periodista se sorprendió que sectores del Frente de Todos estén dispuestos  desgastar y a detonar el liderazgo de Martín Guzmán, expresó, uno de los interlocutores estratégicos y de mayor validez en el contexto de crisis y negociación con el FMI y el Club de París. Inclusive, Gandini remarcó que “Axel Kicillof cuando fue Ministro de Economía fue uno de los dirigentes que impulsó terminar con el congelamiento de 15 años de las tarifas de  Edenor y Edesur. Fue el que consideró que el gasto del 5,2% del PBI en subsidios de sectores medios y altos era excesivo y se  tendrían que destinar a programas como Procrear o las Asignaciones Universales por Hijo (AUH ). Es cierto que el contexto es diferente pero es llamativo que se oponga a aumentar más de un 9% en las tarifas”.  

Finalmente, Gandini puntualizó en las fallas del Estado en detectar sectores socioeconómico que puedan pagar una tarifa un poco más realista a la actual y no existe un Estado inteligente que cruce de bases de datos de ingresos y patrimonio para ajustar sus gastos.