El empresario Hugo Sigman salió a defenderse tras las críticas por las demoras en la llegada de la vacuna de AstraZeneca cuyo principio activo se fábrica en una de las plantas de su empresa.

En una serie de mensajes en Twitter el dueño de mAbxience dijo que no es el responsable de las reiteradas fechas fallidas en el arribo de las dosis contra el coronavirus, rechazó que haya influido en la frustrada llegada de los lotes de Pfizer y aseguró que prohibir la exportación del material que se envía a México haría peligrar el acceso de toda América Latina.

"El problema no es la demanda de vacunas; es la oferta. Salvo Israel, Estados Unidos y Gran Bretaña, todos los países experimentan retrasos en la llegada de las dosis comprometidas", dijo el empresario farmacéutico.

Tweet de Hugo Sigman

En agosto del año pasado el presidente Alberto Fernández anunció el lanzamiento del proyecto que unía al laboratorio de AstraZeneca, al Grupo Insud y al magnate mexicano Carlos Slim. El gobierno argentino compró 22,4 millones de vacunas cuyas primera fecha anunciada era para mediados de marzo.

Sin embargo la segunda ola de coronavirus que arrecia en Argentina con más de 20 mil casos diarios encuentra al país sin las dosis previstas en el acuerdo.

Tweet de Hugo Sigman

El nudo que impide la llegada de las vacunas compradas por el Estado argentino se encuentra en la planta del laboratorio Liomont que los envasa en México. La falta de insumos para el fraccionamiento y el envasado fueron la piedra que atascó la salida de las dosis.

Por eso dentro de Argentina surgieron planteos de diferentes ámbitos políticos y científicos para que se prohíba la exportación de la producción de la planta de Sigman, se termine el proceso en el país e incluso se expropie la empresa.

Ante esto el dueño del Grupo Insud aseguró: "mAbxience no es la propietaria de la vacuna, ni la encargada de venderla, cobrarla, ni de firmar los contratos con los gobiernos o establecer las fechas de entrega".

Tweet de Hugo Sigman

Además señaló que su planta no fue construida con subsidios del gobierno nacional y remarcó que no tiene ningún contrato firmado con el Ministerio de Salud u otra dependencia estatal.

"Prohibir la exportación del principio activo, como reclaman algunos, implicaría poner en cuestión un proyecto que tiene como objetivo garantizar que América Latina acceda a la vacuna de manera equitativa y económica", concluyó.

Sin novedades sobre la llegada de la vacuna que se produce en Argentina, el gobierno nacional continúa dependiendo de los vuelos que llegan desde China y Rusia.