Fue el propio presidente de la Nación, Mauricio Macri, quien inauguró el pasado viernes 8 de noviembre, un periplo de deslesgitimación al financiamiento oficial de Aerolíneas Argentinas.

Allí, lamentaba que la recesión haya demandado que la empresa necesite un aporte plus del Gobierno para pagar salarios: “No puede ser que toda la sociedad pague por el 5 por ciento de la gente que viaja en aviones”.

Los hechos sucesivos son sabidos: suspensión de la firma de 376 trabajadores, paro del lunes como respuesta y suspensión de vuelos.

En ese camino se encontraban las autoridades este martes, buscando que todas las reprogramaciones cierren.

Aerolíneas reprograma vuelos y anticipan "un achique"

La aerolínea de bandera, con presencia en casi todo el país, quedó en el centro de la escena. En las últimas horas, el condicionante de que los vuelos se resintieron entre las 4 y las 7 de la mañana llevó a que el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, anticipara que la situación “lleva a un achique de la compañía”.

Los trabajadores no dudan en que la intención de las autoridades es “el conflicto” y la “demonización” de los empleados.

Mientras tanto, Dietrich remarcó que la conflictividad seguirá, aduciendo que en 2019 “vamos a devolver dos aviones” y cambiar los Embraer por otros más grandes, para poder transportar más pasajeros.

“Vos volás a Italia y competís con Alitalia. Si el piloto de Alitalia duerme una noche acá cuando viene a Buenos Aires y el piloto de Aerolíneas duerme tres noches en Roma es muy difícil competir. O tenés que vender más caro o tenés que perder plata”, graficó, a la vez que dejó en claro la intención de reducir un tripulante en la cabina y aumentar las horas de vuelo de los pilotos.

El aeropuerto Córdoba, reducido en las primeras horas de este martes