El recorrido que Alberto Fernández inició a principios de esta semana en Portugal, prosiguió por España, Francia e Italia contó, finalmente, con un día más de actividades. Y en la mañana romana, el presidente argentino logró su última foto: con la presidenta del Fondo Monetario Internacional.

El encuentro con Kristalina Georgieva tuvo lugar en el hotel Sofitel del parque Villa Borghese y se informó que tuvo más de noventa minutos de duración.

En un principio, en la sala estuvieron solos, cada uno con su traductor, aunque después se sumaron el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, y Julie Kozack, la encargada para America Latina del organismo internacional. También lo hicieron el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y el Canciller Felipe Solá.

El contexto estuvo marcado por la idea de lograr refinanciar los vencimientos de capital de la deuda que sostiene el país con el FMI, pero también dialogaron sobre la construcción de un nuevo sistema internacional que no incluya agregar peso extra sobre los países subdesarrollados.

La propia dirigente búlgara consideró al cónclave como "muy positivo" y se mostró dispuesta a discutir cambios en los plazos, los denominados "súper-cargos" que pesan sobre muchas naciones en los contratos de créditos que otorga la entidad y las tasas de interés.

Al salir, Georgeva consideró de "gratificante conocer al Presidente finalmente en persona". Su presencia allí se enmarca en una jornada académica que organiza el Vaticano, en la que diserta junto al propio Guzmán y el premio Nobel de economía, Joseph Stiglitz.