"La mujer, con más del 50% de las inscripciones, es la actora principal en la economía informal", señala el primer informe de implementación del Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (ReNaTEP) que entre julio de 2020 y febrero de este año recibió un total de 2.093.850 inscripciones.

Los datos fueron brindados por el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, y el secretario de Economía Social, Emilio Pérsico, en una conferencia virtual.

Arroyo remarcó que “nuestro verdadero objetivo es recuperar una idea central: gobernar es generar trabajo. Para eso necesitamos cruzar a la economía popular con acceso a derechos y movilidad económica, siempre pensando que la mejor forma de reconstruir la Argentina es por el lado del trabajo y la producción”.

“Nuestro principal objetivo es dar luz y blanquear un mundo de trabajo no registrado y el ReNaTEP es un inicio para eso; es una política que se ha trabajado de abajo hacia arriba, impulsada por las organizaciones sociales", añadió, por su parte, Pérsico.

“El ReNaTEP es una política que se ha trabajado de abajo hacia arriba, impulsada por las organizaciones sociales”, destacó el secretario, y concluyó: “hay que construir derechos de otra forma y una manera es reconociendo a las trabajadoras y los trabajadores de la economía social popular”.

En cuanto a la distribución territorial de las inscripciones, el informe destaca que se concentran en la provincia de Buenos Aires alcanzando un 35,7% del total. Le siguen las provincias de Chaco con un 5,6%, Tucumán con un 5,5 % y Salta con un 5,2% de las inscripciones.

Género

"El 57,1% de las inscripciones corresponde a mujeres, dato que se hace más importante aun cuando se mira la estadística de trabajadores registrados, donde son los hombres los que se llevan la mayoría", plantea el informe, y añade que también se puede visibilizar "la misma división sexual del trabajo que en el mercado laboral formal, ratificando la desigualdad de géneros que existe en la sociedad en su conjunto”.

Edad

Otro dato que surge de la estadística es que la gran mayoría de los inscriptos son jóvenes y personas de mediana edad. El 34,8% están entre los 25 y 35 años; mientras que el 29,5% corresponde a los que tienen entre 18 y 24. Es decir que más de la mitad de los inscriptos corresponde a jóvenes que se les dificulta ingresar al mercado formal del trabajo por la falta de oportunidades lo que deriva en trabajos en condiciones de gran precariedad e informalidad. “En términos educativos se observa que la mayoría no ha podido culminar los estudios obligatorios, es decir no tiene completado el nivel secundario, establecido por ley como obligatorio para toda la población”, agrega el informe.