Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, dos figuras principales del PRO y de Cambiemos, dejaron trascender durante la última semana que las definiciones electorales para la coalición vendrán en febrero, mientras se supo que el jueves próximo darán el puntapié inicial.

Las reuniones políticas se concretarán en la casa donde Victoria Ocampo veraneaba en Mar del Plata, lugar elegido para que una comisión de legisladores oficialistas de la provincia empiece a analizar si conviene desdoblar las elecciones bonaerenses de las nacionales.

Que los habitantes de la provincia voten para gobernador en una fecha y para presidente en otra fue una posibilidad bien vista por la gobernadora Vidal quien ya dejó entrever que está a favor de este desdoblamiento electoral.

Claramente esta es una apuesta para aprovechar la mejor imagen que Vidal tiene sobre Macri y así lograr su reelección sin verse arrastrada por el “bajón” de la economía, que indudablemente impacta más sobre la figura presidencial que sobre la de la gobernadora.

De todas maneras y en un tiro por elevación, el desdoblamiento también permitirá medir la intensión de voto de ambos en una puja que ya está instalada en el PRO y Cambiemos, trabajándola al filo de la definición sobre la eventualidad de uan posible fórmula presidencial con Vidal incluída, situación que no sería tan factible teniendo en cuenta el cronograma electoral.

Entre los argumentos a favor y en contra de esta movida, se destacan el principal a favor que puede ser que, que si gana Vidal antes de la presidencial, instalará nuevamente una “ola amarilla” que puede beneficiar a Macri. En cambio lo negativo es que muchos bonaerenses que voten para la presidencial dejen de lado la gestión de Vidal y descarguen su “voto castigo” a Macri por la crisis de la economía.

La bicameral que se reunirá en Mar del Plata tendrá 18 legisladores provinciales y abordará el desdoblamiento electoral, pero también otros cambios en las leyes que rigen los comicios en territorio bonaerense.

En tanto, desde el peronismo, se sigue expectante lo que haga Vidal, que tendrá el Ok de Macri, aunque la decisión tiene que ser tomada a principios de marzo como tarde.

El peronismo, sobre todos los intendentes, que están con Cristina Fernández consideran que los perjudica si se vota antes en Buenos Aires, porque los intendentes no tendrían la boleta presidencial de Cristina para “colgarse” y deberían salir a validar sus candidaturas sin un candidato “fuerte” a la vista, por lo menos hasta el momento.

No hay nombres de peso que midan como gobernador bonaerense, ni en el kirchnerismo ni en el peronismo alternativo. Las especulaciones son varias. Incluso algunos plantearon que Cristina podría ir primero como candidata a gobernadora y luego a presidenta. Pero es muy temprano para adelantarse.

Cómo sería el desdoblamiento es la gran pregunta, a lo que desde la Casa Rosada se presume unas PASO para mediados de agosto, la elección a gobernador bonaerense en septiembre y la presidencial en octubre.

Hoy frente a los datos que dan las encuestas, con diferencias mínimas y final abierto en la clara polarización entre kirchnerismo y macrismo, muestra que por el momento siguen sin aparecer las terceras opciones y menos aún se vislumbran si podrían tener chances competitivas.

En unas breves declaraciones radiales durante el fin de semana, Vidal se limitó a decir que estará “donde mejor sirva” a la estrategia de Cambiemos.

Por su parte, el Presidente Macri, asesorado como siempre por Marcos Peña, irán midiendo durante el verano cómo viene el humor social para tomar una decisión a fines de febrero.

No debemos perder de vista el tarifazo anunciado en los últimos días y el malhumor que generó tras un año durísimo en materia económica, datos que podrían acelerar los tiempos de definiciones e inclinar las encuestas para una de las dos principales opciones electorales que la grieta consolidada en este gestión ha abierto entre los argentinos.