Periodismo “kamikaze”: diez días trabajando para una app de deliverys
Emiliano Gullo ganó $ 2.300, que cobró a los 60 días: "Llegué a perderme arriba de la bici en el barrio donde vivo. Es muy duro, porque hasta tenés que pagar la caja para entrar".
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Era octubre de 2019 y aún la pandemia no había sido declarada. Pero en ese momento, según su criterio "este contexto de muerte en las calles era previsible".
Con el coronavirus circulando, en el país se produjeron seis muertes de empleados en accidentes de tránsito: "Cuando uno se sube a esa bici, es muy probable que tengas un accidente".
Quien opina es el periodista Emiliano Gullo, que realizó una tarea casi 'a lo bonzo' al experimentar ser 'colaborador' de la firma Rappi por diez días. Llevando pedidos llegó a perderse "en el barrio donde vivo" y a sufrir "un cansancio nuevo, parecido a un mareo" con el paso de las horas.
Su nota fue publicada en la revista Anfibia, y allí realizó su descripción: "La empresa te caotiza la vida desde el momento en que te pagan a un mes y medio o dos meses. Llegué a ganar 2.300 pesos, pero el nivel de caos mental fue angustiante".
Entrevistando por el programa Nada del otro mundo, dijo que quienes ingresar "tienen que empezar pagando" haciendo referencia a la caja para llevar los pedidos. "Te dicen que es un alquiler y te devuelven los 500 o 600 pesos que vale. Pero es mentira, yo la tengo todavía", narró.
Sobre aquellas jornadas, describió que "no fue tan duro para mí como lo es para los rappintenderos y rappintenderas", que puedan llegar a trabajar algunos meses.
La firma, de origen colombiano, cotiza en la Bolsa pero, a juicio del periodista lo hace "teniendo a sus colaboradores en la precariedad del Siglo XIX".
Sobre sus días, dijo que "al principio no entendía por qué andaban tan rápido, pero después entendió que "tener que meter muchos viajes para que te rinda".
Además de resaltar que "la empresa no te da datos de internet para el teléfono o algo para protegerte siquiera del codo", apenas "te invita a que uses casco".
Llegó a sentir en carne propia como "te apura todo el mundo: desde el cliente hasta la empresa", y vas "con una mano vas manejando y con la otra el teléfono, como podés, porque también cargás con una caja de varios kilos".