Que pocas horas después de publicada en el Boletín Oficial, una resolución deba ser derogada no es una cuestión menor. Y a escasos veinte días de terminar su gestión, el gobierno de la alianza Cambiemos vivió una situación de este tipo, con el Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo como epicentro.

Es que, este miércoles, con la firma del secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, la norma fue oficializada. El funcionario había valorado que aquello iba en el camino de "la consolidación de derechos y la protección de la salud pública con equidad". Pero por la tarde, las versiones se multiplicaron respecto a que el propio presidente Mauricio Macri la derogó.

La cuestión interna no pasó desapercibida, y sumó adeptos en el "núcleo duro". De hecho, de manera pública el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, lanzó vía redes sociales la frase "Gracias Presidente", haciendo mención a la temática.

Fueron dirigentes de la Unión Cívica Radical (UCR), el principal aliado del Pro estos últimos cuatro años y medio, quienes se solidarizaron con Rubinstein, a sabiendas de sus distancias personales sobre el tema, con el presidente.

De manera formal, diputados radicales solicitaron al mandatario que no derogue el protocolo. Y la noción excedió a una postura sobre el tema, ya que entre los firmantes estaban Federico Zamarbide y Marcelo Monfort, que votaron en contra del proyecto que había tenido media sanción durante 2018.

No dudó en sumarse a la postura Ernesto Sánz, gestor del acercamiento del centenario partido al espacio "amarillo", en la recordada convención de marzo de 2015.

Vía redes sociales, envió "mi solidaridad, apoyo y afecto" a Rubinstein, a quien consideró "un funcionario ejemplar, un lujo de la salud pública". Y concluyó: "Como tantos radicales a lo largo y ancho del país, nos sentimos orgullosos de su gestión".