El Ministerio de Salud de la Nación, en acuerdo con las carteras sanitarias de cada provincia, resolvió achicar la ventana entre la primera y la segunda dosis de vacunas contra el coronavirus.

En alerta por el crecimiento de la variante Delta en el mundo, el objetivo es acelerar el esquema completo de inmunización y evitar así mayores hospitalizaciones ante la eventual entrada de una cepa que es más contagiosa y agresiva.

La decisión se dio luego de la reunión de este jueves con el Consejo Federal de Salud (CoFeSa) y otra ayer junto a expertos de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn).

La resolución acortará los intervalos a 8 semanas para las vacunas basadas en plataformas de vectores virales y a 4 semanas para las vacunas desarrolladas con virus inactivado.

Esto significa que para la Sputnik V y la AstraZeneca bajará de 12 a 8 semanas mientras que para la Sinopharm pasará de 8 a 4.

“Vamos a redoblar los esfuerzos para completar todos los esquemas de vacunación, principalmente en mayores de 40 años, y personas entre 18 y 59 años con condiciones de riesgo", aseguró la ministra de Salud, Carla Vizzotti.

La aceleración en el intervalo entre cada dosis dependerá de la llegada de más segundos componentes y en el Gobierno son optimistas. También acordaron comenzar a estudiar la idea de combinar vacunas de distintos laboratorios, pero aseguraron que por ahora no será necesario avanzar con la ejecución de esa estrategia porque están llegando las segundas dosis necesarias para completar los esquemas.

En una instancia anterior, las autoridades sanitarias priorizaron inocular a la mayor cantidad de personas al menos con una dosis por eso en marzo la ventana pasó de 3 a 12 semanas.

Hasta ahora, la cobertura con segunda dosis es del 13,1% para personas de 20 años y más; 23,8% en personas de 50 años y más; 31,1% en personas de 60 años y más; y 38,5% en personas de 70 años y más.