Desde que se conoció su precandidatura presidencial, Alberto Fernández intentó sostener algunas costumbres.

Entre ellas, una prioridad es el cuidado de su perro, raza collie, con el que convive en Puerto Madero.

De hecho, pocas horas después de que Cristina Fernández anunciara que iría como su vice, no perdió la norma y lo sacó a pasear por el barrio porteño, como todas las mañanas dominicales.

Este jueves, al regresar después de su internación, Dylan lo recibió a puro salto.