Cuando Germán Alexandri se separó de la madre de su hijo jamás imaginó que no lo volvería a ver.

Pasaron muchos años, hizo la denuncia en la Justicia de Menores de Córdoba y un juez le dio la tenencia del menor. En su resolución el magistrado consideró que, con la constante mudanza de la madre a distintos puntos del país, el menor no había podido afincarse ni escolarizarse.

Por otro lado, consideró que el niño era víctima del “Síndrome de Alienación Parental”, que se define cuando el progenitor que vive con el menor lo manipula psicológicamente en contra del progenitor no conviviente, distorsionando la visión y la idea que tiene el niño respecto del padre con quien no tiene contacto.

Luego de que la justicia le diera la tenencia a Germán comenzó la búsqueda del paradero del niño y su madre a través de las policías de todo el país. Los encontraron finalmente en Mendoza en 2018, pero el Cuerpo Interdisciplinario de esa provincia, al escuchar el lógico llanto del niño por no querer separarse de su mamá, priorizó esa situación y no dio cumplimiento a lo dispuesto por el juzgado de Córdoba. Todo volvió a foja cero sin que se contemple la revinculación del menor con su padre (algo consagrado en todos los Pactos y Tratados Internacionales a los que Argentina ha suscripto)

La burocracia y el intrincado camino para Germán se hizo más cuesta arriba aún: el juez que le dio la custodia del menor mandó a pedir un informe acerca de la actuación de dicho cuerpo en Mendoza, lo que demoró tres meses en llegar a Córdoba. Hasta el día de hoy no hay resolución de la justicia respecto de este caso.

-Existe algún tipo de comunicación con el niño, aunque sea telefónica?

-La mamá es la que controla el teléfono, por lo que los cientos de llamados que realicé en estos años fueron ignorados, cuenta Germán apesadumbrado.

Dice que la justicia de Córdoba se encuentra totalmente colapsada, con juzgados y cuerpos interdisciplinarios abarrotados por miles de casos similares al de él.

“Las causas no se agilizan por falta de personal. No puede ser que un litigio por una medianera se resuelva mucho más rápido que la revinculación de un padre con su hijo”, dice con una lógica demoledora.

Por otro lado sostiene que como hombre muchas veces se sintió discriminado en los juzgados de familia.

Ante las repercusiones del “Ni una Menos” o el surgimiento de movimientos feministas que empoderaron a las mujeres dice que “los hombres somos considerados culpables de antemano, y debemos probar nuestra inocencia”

En estos años Germán tomó contacto con otros padres, abuelos, tíos y hasta madres privadas del vínculo con los menores, no solamente en Córdoba y Argentina, sino en el mundo. Y ante la invisibilización de esta problemática fundó la Agrupación Padres Abuelos Impedidos de Contacto Córdoba (A.P.A.I.C).

Desde hace meses manifiestan todos los miércoles frente a distintos edificios pertenecientes a la justicia para que acelere las causas que están estancadas.

Según los datos que manejan junto a otras organizaciones similares, el 87.4% de los niños son impedidos de contacto con la familia paterna, el 10.7 con la familia materna y el 1.9% con terceras personas como familias sustitutas.