El 8 mayo de 2012, Argentina se convertía en un país pionero al aprobar la Ley 26.743, conocida como "de Identidad de Género", que reconoce la identidad autopercibida de las personas del colectivo trans sin requisitos médicos y desde una perspectiva despatologizadora.

Fue la primera en el mundo de este tipo y significó un triunfo de esa comunidad que reclamaba por sus derechos desde hacía años. Hoy, en 2020, se cumplen 8 años de aquella aprobación en el Congreso y todavía queda mucho por transitar.

"Pionera y transformadora en nuestro país y en todo el mundo, la Ley significó el reconocimiento legal de nuestras identidades trans", remarcó Santiago Merlo, de la Casa de Varones Trans. El desafío, añadió, es profundizar el debate y seguir exigiendo su aplicación efectiva.

Lo fundamental es garantizarle a las identidades trans el acceso a la salud integral, al trabajo formal y a la educación. "Necesitamos que nos acompañen, que nos nombren. Infancias felices, adolescencias libres, adultos plenos", precisó Santiago.

Así, mediante un video, invitó a quienes son aliados y familia a hacer la diferencia, "para que de grandes no tengamos lamentar por las infancias y adolescencias que no tuvimos".