En Argentina las mujeres hemos protagonizado movimientos y organizaciones a favor de los derechos humanos, con originalidad y reconocimiento internacional: las asociaciones de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, los Encuentros Nacionales de Mujeres y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, entre otros.

También en el ámbito de la salud, construimos una propuesta colectiva, federal y feminista: la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, que Católicas -como parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito- promovió, alentó y fortaleció desde sus orígenes.

La Red nos permitió articularnos como profesionales que asumimos el compromiso de generar un ambiente de trabajo y atención de la salud pública con empatía, agudizando la escucha, el respeto y la comprensión de las personas que concurren a los servicios sanitarios. A su vez, como parte del subsector de salud pública, disputamos los sentidos del paradigma médico hegemónico, abandonando la noción de “pacientes” y fortaleciendo el concepto de sujetas y sujetos de derechos protagonistas de su propio proceso de salud-enfermedad.

Nuestra militancia por el derecho al aborto ofreció nuevas miradas sobre la atención médica y  sobre los equipos de salud, interpelando posturas paternalistas sobre el cuidado y los procesos de atención, propiciando una consulta oportuna y de calidad que centre la mirada en la persona, es su particularidad, con su historia y principalmente que brinde herramientas e información para una decisión libre y autónoma.

Como Católicas, celebramos este 28 de Mayo: “Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres”, la existencia de una Red que apuesta a un modelo de salud en el que las mujeres, lesbianas, travestis y trans, protagonicen con autonomía sus decisiones. Abrazamos a quienes integran este espacio que construimos colectivamente, cuestionando paradigmas hegemónicos, irrumpiendo en los servicios de salud para permear todas las prácticas y las atenciones. Porque quienes en los centros de salud atendemos diariamente las interrupciones de embarazos, somos también quienes diagnosticamos gripes o neumonías, detectamos situaciones de violencias y consumos de sustancias, y hoy -además- le hacemos frente al Covid19. Somos, en definitiva, quienes garantizamos derechos, pese al contexto hostil y adverso. La pandemia no es una barrera para estar cerca.

Y somos también, un montón de redes. Somos el colectivo social más grande y más potente. Somos parte de ese Movimiento Feminista que vino a transformarlo todo, que no deja de proponer políticas publicas para generar mas  igualdad y justicia social.

Más que nunca, en este 28M, con aborto legal seguro y gratuito, alzamos nuestras voces para seguir exigiendo en cada lugar del país una atención de calidad y oportuna, para continuar ampliando nuestras redes y para que la salud pública esté a la altura de las circunstancias que las mujeres, lesbianas, trans y travestis necesitan.