En diálogo con La Perra Vida por Radio UniversidadCristian Garay, investigador y subsecretario de investigación de la Facultad de Psicología de la UBA, dijo que el porcentaje de personas en riesgo de trastorno psicológico se incrementó de 4,86% en marzo de 2020 a 10,24% en octubre de ese mismo año en todo el país. 

Participaron del estudio 10.149 personas y el 80% dijo haber experimentado malestar psicólogico; el 54,8% reportó haber consumido alcohol, mientras que el 46,5% consideró necesario un tratamiento psicológico. El estudio profundizó en los casos de personas que padecieron coronavirus. Sobre un total de 742 participantes infectados estratificados según las zonas del país, los integrantes del OPSA encontraron que:

El 24% de los participantes reportó sintomatología ansiosa severa y el 56,74% presentó puntajes compatibles con un Trastorno Depresivo Mayor. El 39,89% de los participantes reporta haber cambiado su tendencia a pensar en la muerte y/o en el suicidio a partir de la pandemia. El 64,4% de los participantes reportó fallas cognitivas entre leves, moderadas y severas en dos de cada tres personas. 

Asimismo, aquellas personas que tuvieron fiebre alta y requirieron asistencia respiratoria “reportaron niveles significativamente mayores de sintomatología ansiosa y depresiva”, mientras que los pacientes que tuvieron que estar internados por covid “reportan mayores cambios negativos en su atención y memoria”.

“Nuestro estudio muestra además que la realización de actividad física se asocia con menores niveles de sintomatología ansiosa, depresiva y riesgo suicida”, agregó Cristian Garay, uno de los autores de la investigación.

El estudio de OPSA concluye que es necesario tener en cuenta la relevancia del impacto psicológico que tiene la pandemia -junto a otros aspectos sanitarios como la llamada "covid larga"- y que “el estudio de salud mental durante la pandemia es crítico para diseñar intervenciones psicológicas adecuadas”.

“El acceso de la población a la atención de salud mental es crucial para atenuar el impacto psicológico de la pandemia y prevenir sus secuelas, especialmente en los sectores socioeconómicos menos favorecidos -finaliza-. A partir de nuestros estudios, se recomienda realizar un especial seguimiento del estado psicológico de las personas que sufrieron Covid-19 y brindar herramientas claras para lidiar con impacto psicológico a la población general”, cerró Garay.