Este viernes, los jueces técnicos de la Cámara 8° del Crimen y los jurados populares dictarán sentencia en unos de los juicios más importantes de los últimos tiempos: el debate por el crimen del Valentino Blas Correas, de 17 años, asesinado por dos policías la madrugada del 6 de agosto de 2020. La causa, desnudó también una compleja trama de encubrimientos que incluyó un arma plantada, entre otras maniobras que forman parte del accionar “no oficial” de la fuerza y que se repitieron a lo largo de la historia reciente, en numerosos casos de violencia institucional. Por eso, en total, hay 13 efectivos sentados en el banquillo, acusados de diferentes delitos. 

El juicio más esperado 

La causa fue instruida por el fiscal José Mana y llegó a juicio el 7 de septiembre de 2021. Los jurados populares y los jueces de la Cámara escucharon 60 testimonios en 28 audiencias. Entre los testigos, pasaron figuras de la primera línea de la seguridad provincial, como la jefa de Policía Liliana Zárate Belletti y el ex ministro de seguridad de la provincia, Alfonso Mosquera. 

Parte del trabajo del Ministerio Público fiscal, representado en el juicio por Fernando López Villagra y Marcelo Hidalgo, fue presentar prueba valiosa recabada de las filmaciones tomadas por las cámaras instaladas en los móviles policiales. De esa manera, la sociedad entera pudo ver el accionar despreocupado (por no decir impune) de los agentes que esa noche abrieron fuego contra el Fiat Argo, en el que se conducía Valentino. 

Tiros en la noche

Esa noche, el 6 de agosto de 2020, en plena pandemia, dos móviles policías apostados en la avenida Vélez Sársfield intentaron detener el auto conducido por  Juan Cruz Camerano, amigo de Blas. Como el auto no se detuvo, dispararon sin más. Además de los dos adolescentes, iban Camila Toci, adelante; y Cristóbal Bocco y Mateo Natalli sentados atrás, cada uno al lado de Blas. 

En el juicio los principales acusados son los cabos primero Javier Alarcón (32) y Lucas Gómez (36), autores de los disparos que terminaron con la vida de Blas, imputados como coautores de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por haber sido cometido en abuso de su función por un miembro de las fuerzas policiales”. Las pericias confirmaron que la bala que mató al adolescente salió de la pistola de Gómez, un policía que no debería haber estado patrullando y mucho menos armado, por haber encubierto años antes, a un violador serial. 

La reconstrucción virtual realizada por los peritos.

Encubrimiento 

Además de asesinar al chico, según el expediente, los policías intentaron fraguar un enfrentamiento y plantaron un viejo revólver. Alarcón culpó a su compañera de patrulla Wanda Esquivel (34) por ese hecho: “Cuando Esquivel recibe el llamado del cabo Leandro Quevedo, me preguntó si tenía un ‘tango’, si tenía un arma”. El policía agregó en su declaración: “Le dije que tenía un revólver viejo y se lo di a ella. Yo nunca la obligué a nada”. El fiscal federal Maximiliano Hairabedián abrió una investigación contra ambos y los imputó por “encubrimiento”, por poseer ese revólver Doberman calibre 22 sin identificar.

La acusación por el homicidio de Blas Correas, abarca además de los policías que dispararon, Gómez y Alarcón, a otros 11 uniformados de distintos escalafones, quienes participaron en un plan de encubrimiento para lograr la impunidad del homicidio.

Las compañeras de patrulla de Alarcón y Gómez; las policías Esquivel y Yamila Martínez (24), son juzgadas por “encubrimiento por favorecimiento personal y real agravado por la calidad funcional y por la gravedad del hecho precedente y como autoras del delito de omisión de deberes de funcionario público”; la misma imputación que les cabe al subcomisario Sergio Alejandro González (43), al comisario inspector Walter Soria (44), al subcomisario Enzo Quiroga (35) y al comisario inspector Jorge Galleguillo (45). 

Las imágenes que revelan el momento en que plantaron el arma

Familiares y amigos volverán a reunirse en tribunales. Telam
Familiares y amigos volverán a reunirse en tribunales. Telam

La política en la mira

El comisario mayor Gonzalo Cumplido, jefe de Seguridad de la Capital al momento del asesinato de Blas, declaró en el juicio y apuntó a las responsabilidades administrativas, políticas y penales del entonces ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera. Cumplido contó que, esa noche, luego de hablar con la prensa, Mosquera lo llamó: “Gonzalo prepará un buen operativo, prepará las vallas, que vamos a tener quilombo porque mataron a un pibe de clase media”, le ordenó.  “Yo le dije que iba a volver a pasar, que va a volver a pasar y puede volver a pasar. Y pasó con el chico de Paso Viejo”, declaró Cumplido el miércoles 26 de octubre, en la 16ª audiencia.

El ex comisario, que fue sobreseído en junio de 2021, apuntó fuerte contra el ex ministro de Seguridad: “No me cabe ninguna duda que mis superiores sabían del tema del arma” y “Muchas veces se usan los teléfonos particulares porque siempre está la duda en la Policía sobre que los teléfonos oficiales están pinchados”. 

Finalmente, Mosquera renunció a su cargo el 20 de septiembre. 

VER: Juicio por Blas Correas: quiénes son los policías imputados y qué penas enfrentan

Una madre 

Soledad Laciar, madre de Valentino, pidió durante meses ser recibida por el gobernador Juan Schiaretti. Finalmente, a fines de marzo de 2022, el mandatario recibió a Laciar en su despacho de gobierno. 

La mujer se transformó en portavoz de su causa y de muchos otros casos de víctimas de violencia institucional. El 24 de marzo marchó en la primera línea junto a Abuelas de Plaza de Mayo y organismos de derechos humanos, en la tradicional movilización por el día de la Memoria.  

Vecina del barrio Alto Verde, Laciar habló en la anteúltima audiencia del juicio y le pidió a los acusados “un gesto de humanidad”. 

“Basta de silencio. Si alguno de ustedes tiene un gesto de humanidad permítannos que tengamos una verdad de la boca de ustedes”. En este tono, Soledad Laciar les habló a los 13 policías acusados del crimen de su hijo. “Tal vez sería bueno que reflexionen sobre esta última oportunidad”, los desafió Laciar a los acusados, quienes tendrán la posibilidad de la “última palabra”, justo antes de que se decida su inocencia o culpabilidad.