En medio del avance por la llegada y distribución de dosis de las vacunas contra el coronavirus en el país, las imágenes de Ciudad de Buenos Aires de este martes demandaron preocupación.

Personas mayores de 80 años debieron realizar largas filas para poder ingresar a centros de vacunación disponibles, donde la aglomeración se repetía en el interior.

El combo: lugares cerrados como el Luna Park o San Lorenzo, donde la propagación del coronavirus se agiliza, con personas en grupos de riesgo que no podrían respetar el distanciamiento social.

En la víspera, la espera en medio del sol fue otro condimento.

Desde que abrió el registro voluntario para colocar las dosis, sólo para mayores de 80 años, el sitio del gobierno porteño se vio colapsado y con demoras.

Antes habían llegado críticas al Ministerio de Salud por haber dispuesto gran cantidad de dosis a clínicas y obras sociales privadas. Y existe una denuncia penal en curso.

En las últimas horas se conoció también que desde el PAMI aún se aguarda respuesta desde la gestión de Horacio Rodríguez Larreta al ofrecimiento de diez centros de vacunación para adultos mayores.

La idea era evitar complicaciones como las que se evidenciaron en las últimas horas.

Con el paso de la jornada, el ministro Fernán Quirós ensayó explicaciones, apuntando a la gran cantidad de acompañantes y la llegada temprano de los voluntarios.

El ofrecimiento de sillas, agua y servicios de emergencia fueron algunas de las respuestas. Se aguarda la multiplicación de espacios para llevar adelante la inmunización.