Lucas, el segundo hermano Pertossi, también acusado por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido el 18 de enero de 2020 en la localidad balnearia bonaerense de Villa Gesell, aseguró hoy que "en ningún momento" tuvo "intención de matar a nadie" y que no le pegó a la víctima, tras pedir declarar en el marco del juicio que se lleva adelante en la ciudad de Dolores. 

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"Siento mucha pena por todo lo que pasó, quiero aclarar que yo en ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, en ningún momento lo toqué ni participé en un plan para matar a nadie", dijo el acusado ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1.

Por su parte Blas Cinalli, otro de los ocho acusados por el asesinato aseguró que "todo lo que pasó fue una tragedia terrible", que "no hubo ningún plan" y que "en ningún momento" le pegó a la víctima, al solicitar declarar en el juicio que se lleva adelante en la ciudad de Dolores. 

"Quiero empezar diciendo que lamento mucho todo lo que pasó, fue una tragedia terrible, falleció un chico de mi misma edad. No hubo ningún plan. No hubo planificación. No hubo ningún rol", dijo ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1. 

La jornada había comenzado con la declaración de los médicos Juan José Fenoglio y Jorge Rodolfo Velich, peritos de parte de la defensa, que apuntaron a que no estaban claras las causas de la muerte en la autopsia y a que la patada en la cara de Fernando era una “herida leve”.

La defensa intenta demostrar que en realidad la causa de la muerte del joven fueron las maniobras de RCP que le practicó una persona que pasaba por el lugar y no las lesiones por los golpes recibidos. Además, la pretensión es descartar que haya habido un plan para matar como sostiene la querella, por lo que le cabría a los imputados la pena de prisión perpetua.

Télam