Durante la jornada de audiencias (la número 21) de hoy se leerán las pericias realizadas durante la investigación del asesinato de la mujer ocurrido en su vivienda de barrio Villa Golf de Río Cuarto. Aún no está confirmado si habrá o no testigos, tal como sucedió el jueves, pero por una cuestión cronológica podrían ser convocados los peritos que estuvieron en la escena del crimen.

Además, según adelantó la defensa del viudo, se espera que durante la jornada de mañana efectúen una inspección ocular en la vivienda donde ocurrió el hecho 15 años atrás. Por este motivo, los jurados populares, jueces técnicos y demás partes intervinientes en este juicio que inició el 14 de marzo deberán trasladarse hacia el barrio ubicado en el sector oeste de la ciudad de Río Cuarto.

Otras inspecciones anteriores

En julio de 2007, más de medio año después del crimen de Nora Dalmasso, peritos convocados por el abogado Marcelo Brito, quien ya en aquel entonces era abogado defensor de la familia Macarrón, inspeccionaron la escena del crimen. Se trató del forense Osvaldo Raffo –fallecido en 2019 y quien participó de las autopsias de María Marta García Belsunce, José Luis Cabezas, y del fiscal Nisman (quien aseguró que lo mataron), entre otros- y el criminalista Raúl Torre, investigador y docente de Criminología y Criminalística.

En aquella oportunidad, Raffo criticó la autopsia practicada al cuerpo de Dalmasso por los tres forenses riocuartenses Guillermo Mazzuchelli, Virginia Ferreyra y Martín Subirachs, quienes sostuvieron que la mujer murió estrangulada con el lazo de una bata y que tenía dos moretones del tamaño de la yema de los dedos pulgares en su cuello. Además, sostuvieron que tenía un golpe en la cabeza, otro en el codo, lesiones anales y genitales. Sin embargo, no se encontraron rastros de huellas digitales.

Dos años más tarde, en septiembre de 2009, el FBI también realizó una inspección ocular en la casa del barrio Villa Golf. En esa oportunidad, del procedimiento participaron el fiscal Javier Di Santo, funcionarios de la embajada de Estados Unidos, el traductor oficial de la delegación diplomática, los abogados de las partes, el hijo de la víctima, Facundo Macarrón y su padre, el viudo Marcelo.

Aún se aguardaban los resultados de las muestras de ADN halladas en la escena del crimen Aunque estos resultados jugaban un rol trascendental en la investigación, los informes tardaron tres años en llegar.

Finalmente, en 2016, el fiscal Daniel Miralles acusó a Marcelo Macarrón tras conocerse que el material genético lo ubicaba en la escena del crimen. Más tarde, en 2019, el último fiscal que investigó la causa, Luis Pizarro, elevó la causa a juicio considerando que Macarrón mandó a matar a su mujer por “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas” y descartó la prueba del ADN.