Según un estudio de la Unión de Colectividades de Inmigrantes de Córdoba (Ucic) y de la Dirección Nacional de Migraciones, en la provincia de Córdoba viven más de 120 mil inmigrantes. Dos de cada tres están radicados en la ciudad Capital y hay un alto porcentaje de jóvenes. 

Los datos de la investigación indican que 86 por ciento de la inmigración proviene de países sudamericanos, principalmente Bolivia, Perú y Paraguay. Venezuela aportó un importante caudal en los últimos años debido a la crisis política y económica que atraviesa.  En menor cantidad, hay chilenos, brasileños y colombianos.

Además, hay migrantes de Haití y en los últimos años se han sumado senegaleses. Algunos  vienen a estudiar o hacer posgrados de sus carreras. Otros tienen empleos informales o se dedican a las ventas.

Uno de los aspectos a destacar, es que en la mayoría de los casos, los inmigrantes  se radican en ciudades grandes, donde en teoría se  ofrecen más oportunidades laborales. Además de la ciudad de Córdoba,  eligen Río Cuarto, Villa María, San Francisco, Villa Carlos Paz, Alta Gracia, Río Tercero y Villa Dolores, entre otras.

“No se incrementó la cantidad de inmigrantes en los últimos años, excepto venezolanos”, además de Marta Guerreño López, presidenta de la Ucic ya cargo del área Atención Integral a las Mujeres Migrantes del Ministerio de la Mujer.

En la mayoría de los casos, los inmigrantes  se radican en ciudades grandes, donde en teoría se  ofrecen más oportunidades laborales. Foto: Prensa Gobierno Córdoba
En la mayoría de los casos, los inmigrantes  se radican en ciudades grandes, donde en teoría se  ofrecen más oportunidades laborales. Foto: Prensa Gobierno Córdoba

Los que vinieron hace décadas: 

La migración de bolivianos y peruanos no es reciente, sino de décadas anteriores. En general, llegan  con sus familias completas, a diferencia de ciudadanos de  otros países sudamericanos llegaron solos (al menos durante sus primeros años de estadía).

Es escaso el número de europeos, a diferencia de lo que ocurrió en las primeras corrientes migratorias con italianos, españoles, sirio-libaneses y armenios, cuyos descendientes nacieron en Córdoba, tienen doble ciudadanía y tradiciones tradiciones culturales.

Guerreño López cree que hoy es más fácil migrar. “Las comunicaciones, redes sociales e Internet permiten conocer antes de cómo es vivir en otro lugar”, afirmó.

Dejar el terruño con el sueño de conseguir trabajo: 

Casi todos los inmigrantes que llegan a Córdoba lo hacen en busca de trabajo. “Familiares y amigos les ofrecen facilidades para conseguir empleo y vivienda; les atrae la seguridad laboral y piensan en proyectos familiares y educativos a largo plazo ”, explicado Guerreño López.

Para algunos, la universidad gratuita es una ventana de oportunidades que los alienta a venir a la provincia, ya que en muchos países vecinos la educación universitaria está arancelada y no pueden acceder a ella.

En cuanto al género, el  51,6 por ciento de inmigrantes que hay en la provincia de Córdoba son mujeres. “Es frecuente que lleguen solas”, planteó.

La calidad de los empleos que finalmente consiguen

Según el estudio,  las mujeres encuentran una salida laboral en el trabajo doméstico, en los cultivos frutihortícolas, en venta de especies, en el cuidado de niños y mayores, en el comercio y en restobares (mozas, ayudantes de cocina). Los hombres, en general, trabajan en el rubro construcción, aunque también en oficios, comercio y gastronomía. Ambos comparten ocupaciones en ferias y talleres textiles.

Guerreño López destacó: “Los inmigrantes sudamericanos tienen alta capacidad de trabajo y dedicación, y son mano de obra calificada en oficios”.

La gran llegada de venezolanos en los últimos años:

En los últimos años creció notablemente la inmigración de venezolanos de clase media. Guerreño López indicó que en diversas poblaciones de Córdoba viven entre 10 mil y 11 mil y al  menos dos tercios residen en la ciudad Capital.

La presidenta de la Asociación Civil Venezolanos en Córdoba, Deyxy Lobo, explica que  “La migración de compatriotas comenzó en 2017 y continúan llegando, algunos de manera irregular por pasos fronterizos”.

“Vienen por recomendación de familiares o allegados que ya viven en Córdoba; muchos son profesionales (médicos, abogados, contadores, arquitectos, ingenieros) y se lograron con sus familias buscando estabilidad económica ”, agregó Lobo.

Por último Guerreño López destacó que “la valentía es el mayor valor de los migrantes; es difícil dejar todo e ir a vivir a un lugar nuevo, potencialmente hostil ”, y agregó que la  interculturalidad es uno de los  beneficios que brinda este crisol de inmigrantes para la provincia de Córdoba, así también como “ El aspecto gastronómico genera un interesante intercambio ”, Afirmó.

En Argentina, el Día del Inmigrante se conmemora el 4 de septiembre, fecha que se impuso en 1949, para recordar el primer decreto sobre fomento a la inmigración dictado por el Primer Triunvirato, el 4 de septiembre de 1812. El escrito determinaba que el Gobierno ofrecía inmediata a los individuos de todas las naciones y sus familias que desearan fijar domicilio en el territorio argentino, con pleno goce de los derechos.