Quienes utilizan la marihuana de forma recreativa, pero también quienes ven reducidos sus padecimientos físicos gracias al aceite que se extrae de la planta, celebran cada 20 de abril el Día internacional de la Marihuana. Un jornada colorida y de algarabía, especialmente en países como Canadá, Estados Unidos, Alemania y Holanda, lugares donde existe un activismo consolidado que brega por el uso responsable y consciente de la sustancia. 

En gran parte del mundo el uso medicinal de la marihuana está permitido y regulado por los Estados. En tanto, en los Estados Unidos más de un tercio de los que conforman la Unión tiene ya desarrollado su marco legal para el uso recreativo y, como en California, la industria derivada de la planta no ha parado de crecer y es vista con mucha atención por empresarios y políticos.

En Estados Unidos, a principios de abril de este año, la despenalización de la marihuana recibió media sanción en Diputados. El proyecto debe ser tratado en el Senado, donde las fuerzas conservadoras presentarán un escenario más reñido. El proyecto propone despenalizar en toda la Unión el consumo de marihuana. Hoy el uso recreativo es legal en 18 de los 50 Estados.

Es una discusión que se está dando hace años en todos los continentes. En nuestra región, el caso uruguayo representa la vanguardia en la cuestión. En este caso, es el Estado el que regula y comercializa, da los avales y lleva el registro de los consumidores.

Se sabe: la planta de cannabis sativa, originaria de las cordilleras del Himalaya, en Asia, cultivada desde tiempos prehistóricos, puede representar para el mundo de la medicina y el ocio el futuro más inmediato y un negocio de miles de millones de dólares. Por esto, gran parte de los privados buscan explotar un mercado que todavía no está habilitado completamente.

Una de las consignas centrales del activismo es la que busca derribar prejuicios e informaciones falsas alrededor de la planta de cannabis. Expresan que todavía no se ha alcanzado el conocimiento completo sobre las cualidades de la planta, y que la investigación podría traer aparejado beneficios para la salud, la industria, el empleo y el medioambiente.

Entre las bondades de la planta, se ha descubierto que el cáñamo es un insumo óptimo para la industria textil, la fabricación de cuerdas, el papel, elementos aislantes, combustible de motores, pintura y cosméticos, entre tanto otros usos intensivos.

Esa es una de las claves de los sectores que buscan visibilizar los beneficios de la planta de cannabis: mayor y mejor investigación y recursos por parte del Estado para extraer de la planta toda su potencia. 

En 2021, el Gobierno nacional presentó el proyecto para regular el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.

Ministros y funcionarios durante la presentación del proyecto para regular el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. Foto Gobierno nacional, 2021.
Ministros y funcionarios durante la presentación del proyecto para regular el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. Foto Gobierno nacional, 2021.

"El mercado de cannabis medicinal y cáñamo industrial crece exponencialmente a nivel global, es una nueva fuente de empleo de calidad y desarrollo productivo”, afirmó el ministro de Producción Matías Kulfas durante la presentación del proyecto de ley.

En esa misma presentación, Kulfas agregó que la Argentina tiene "la gran oportunidad para ser líder regional, por sus capacidades agropecuarias e industriales y su entramado científico productivo”.

¿Por qué el 20 de abril?

Entre los porqué de la fecha de celebración, hay varias hipótesis, una de ellas bastante extendida. Según la historia, fácil de encontrar con un par de clicks en Google, el origen de la celebración se remonta a 1971. 

Fotogalería con las celebraciones en Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña

Ese año, 1971, un grupo de adolescentes que asistía a la escuela secundaria de San Rafael, en el norte de California, se juntó a las 4.20 p.m. para encarar una aventura propia de esa edad: encontrar un cultivo de marihuana en Point Reyes, al noroeste de San Francisco. De la hora de reunión ha quedado, en su formato anglosajón, el 4/20 como fecha mítica.

El uso anglosajón de las fechas antepone el mes al día, a diferencia de la lectura que hacemos en esta parte del mundo donde el 20 de abril es representado como 20/4.

“Los Waldos”, como se autodenominaban este grupo de amigos, tenía un mapa -hecho a mano- donde supuestamente estaba indicado el lugar del cultivo. Para gran desazón, no encontraron nada. Hoy, la historia es apenas una leyenda que permite celebrar y visibilizar una planta cada vez menos polémica y, con ayuda de la ciencia, con una mayor capacidad curativa.

Más allá de los entredichos que conlleva su consumo, la misma también tiene un perfil curativo. En Argentina, en 2017, el Senado aprobó por unanimidad la primera ley de cannabis medicinal del país.

Festival de Cine Cannábico

Del 20 al 23 de abril se está desarrollando en Santiago de Chile el Festival de Cine Cannábico (FICC). Las ediciones anteriores se realizaron en Buenos Aires y Montevideo.

Cba24n estuvo en contacto con Alejo Araujo, director y coordinador del festival, quien ha dicho desde Santiago de Chile que "la propuesta del festival es cambiar el paradigma en el que todavía se encuentra la planta. El cine es una herramienta muy poderosa para llevar buena información. De hecho se ha utilizado anteriormente para demonizar a la planta"

Araujo sostiene que hay que dejar de perseguir a los consumidores y consumidoras, porque "creemos que hay muchos derechos humanos vulnerados por la absurda guerra contra las drogas"

Hacia la legalización 

La legalización del uso medicinal de la planta ya es un un hecho en distintos países del mundo, y en otros se encuentra en pleno debate. En Estados Unidos, Canadá, Australia, Uruguay, Costa Rica, Holanda, Portugal y República Checa, entre otros, el consumo de la marihuana con fines médicos o lúdicos ya es, con regulaciones, legal.

Luego de meses de estudio y deliberaciones, la OMS concluyó en diciembre de 2017 que el cannabidiol (CBD) -uno de los componentes principales de la marihuana- sirve como paliativo para enfermedades crónicas y para pacientes con epilepsia. Además, según el organismo dependiente de ONU, la sustancia no genera por sí misma adicciones.