Jorge Mario Bergoglio se siente joven y feliz. A sus 86 años, este 13 de marzo celebra su primera década como pontífice, por la cual cosechó tanto elogios de los cristianos como críticas.

En 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, se convertía en el Papa número 266 y comenzaba la era de Francisco, el primero de Argentina, el primero en llegar desde el fin del mundo para ser el líder de la Iglesia Católica.

En este marco, los periodistas Francesca Ambrogetti, italiana, y Sergio Rubin, argentino, presentaron "El Pastor", en el cual reflejaron diez años de conversaciones con Francisco en torno a los desafíos de su papado. Fue en una de las tantas entrevistas que le realizaron donde les confesó que no se sentía viejo y conoció la felicidad desde la infancia. “Soy feliz porque seguí mi vocación y puedo desarrollarla. Pero no tengo la fórmula, si no la vendería”, expresó.

Así, en 346 páginas recorren su lucha contra el flagelo de los abusos sexuales cometidos por miembros del clero, sus acciones en favor de la transparencia de las finanzas vaticanas, su intención de avanzar en una Iglesia más abierta y comprensiva de las realidades de la época, su mirada sobre la economía y sus esfuerzos en favor del medio ambiente y la paz mundial. Los autores ya habían publicado “El Jesuita”, en 2010, por lo que conocen en profundidad a Bergoglio y se animaron a preguntar sobre todos los temas porque aseguran que jamás se negó a responder alguna.

En el libro, se puede conocer detalles de su vida, quien antes de reconocer su vocación de cura, tenía pensado estudiar medicina. Sin embargo, un día su mamá descubre que su material de estudio era todo de teología, nada relacionada a la carrera que supuestamente seguiría. “Voy a ser un médico de almas”, le dijo aquel joven Bergoglio.

También cuenta que en la cancha jugaba de arquero porque era “un patadura” y que le gusta manejarse como quien defiende un arco: “En la vida hay que atajar las pelotas como vienen”.

Francisco admite que no usa celular, que le dieron uno y lo devolvió porque prefiere otro tipo de comunicación. Usa el teléfono fijo o escribe cartas de puño y letra. Así es común que llame a quienes buscan comunicarse con él. “El contacto con la gente para mí es muy importante. Cuando puedo llamo a los que me escriben, en especial a los que necesitan consuelo o a las personas mayores que están solas. Lo hice siempre”, comentó en “El Pastor” y dijo que encuentra el tiempo para hacerlo porque duerme poco.

Además, señaló que el Papa Benedicto sentó un precedente al retirarse de su mandato. “Hasta ahora no lo pensé. Pero mi renuncia está ahí. Ya está firmada, está en un cajón por si padezco una enfermedad que me impida continuar”, reveló.

Diez años de Francisco: el papa del fin del mundo se siente joven y feliz

Por eso, en la conferencia de prensa virtual brindada por los periodistas, CBA24n les preguntó sí el Papa estaba conforme con su gestión, ante lo que Rubin respondió:

“No hace una autoevaluación. Ha hecho muchísimo en los diferentes aspectos que le habían planteado los Cardenales. No es sólo tomar medidas, se trata de cambiar culturas, actitudes, eso es más difícil, lleva tiempo. Igualmente ha tomado muchas de medidas y en varias será complicado volver atrás. Él tiene claro lo que quiere hacer, es un hombre de proceso, avanza en esa dirección, moviéndose con prudencia, avanzando pero con tacto para no generar tensiones que resultan insoportables”.

Por su parte, Ambrogetti agregó: “Nunca lo vimos preocupado por lo que no ha hecho. Es una persona que prefiere ocuparse que preocuparse. Debe estar tranquilo porque todos los temas están sobre la mesa, algunos resueltos, otros por resolver. Lo más importante, y que me lo dijo reiteradamente, que desde que supo que iba a ser Papa entró en paz y nunca más la perdió”.

EL PAPA EN FRASES

1) “Es importante la defensa de la vida en todos sus momentos, no solo desde la concepción, sino hasta la muerte natural. Además, no basta con oponerse al aborto y desinteresarte de una mujer con un embarazo no deseado. Por otra parte, debemos acompañar a quien abortó porque ciertamente es una decisión traumática con consecuencias anímicas”.

2) “El dinero es una tentación fuerte. El diablo entra por el bolsillo, la corrupción empieza por el dinero y con el dinero se compran conciencias. Y en la Iglesia esto lamentablemente pasó. Para decirlo de un modo llano, en el IOR (el banco vaticano) tuve que ‘cortar cabezas’”.

3) “En ninguna parte de la Biblia figura un mandamiento de producir pobreza. Sí es bienaventurado el pobre de espíritu, el que no está apegado a la riqueza. Pero de ninguna manera está mal producir riqueza para el bien de todos. Diría más: producir es un acto de justicia”.

4) “El abuso sexual no solo es un delito, sino un delito grave cuyo daño es irreparable y obviamente demanda una severa condena. El proceso (para combatirlo) que se inició dentro la Iglesia antes de mi elección está teniendo resultado. El informe que la Justicia de Pensilvania difundió en 2018 detectó poquísimos casos desde 2002″.

5) “No condeno al capitalismo como me adjudican algunos. Tampoco estoy en contra del mercado, sino a favor de lo que Juan Pablo II definía como ‘economía social de mercado’. Esto implica la presencia de una ‘pata’ reguladora, que es el Estado, que debe mediar entre las partes. Es una mesa de tres patas: Estado, capital y trabajo”.

6) “A quienes sufrieron el ‘rechazo de la Iglesia’ (por ser homosexuales), les haría saber que no es el ‘rechazo de la Iglesia’, sino de ‘personas de la Iglesia’; la Iglesia es madre y convoca a todos sus hijos. En el caso de los padres (con un hijo gay), ignorarlo, ni qué hablar apartarlo, es una falta de paternidad y maternidad”.

7) “La ayuda económica del Estado al desempleado debe ser pasajera para no afectar la cultura del trabajo. Además, tengamos en cuenta que el trabajo hace a la dignidad de las personas y una cosa es vivir de la caridad y otra es ganárselo con el propio esfuerzo”.

8) “Los atropellos a la dignidad del trabajador y sus derechos no solo provienen de ciertos patrones, sino también de aquellos sindicatos que se enferman porque sus dirigentes van lentamente elevando su nivel de vida y olvidándose de sus representados”.

9) “Nunca estuve afiliado al partido peronista, ni siquiera fui militante o simpatizante del peronismo. Afirmar eso es una mentira. Tampoco estuve afiliado a la Guardia de Hierro. Pero en la hipótesis tener una concepción peronista de la política, ¿qué tendría de malo?.

10) “El propósito de viajar a la Argentina sigue vigente. Es injusto decir que no quiero ir”.