La pandemia agravó el impacto de la crisis económica nacional y eso se siente en los comedores barriales de Córdoba. Tal es el caso del comedor Nueva Esperanza, ubicado en Villa Boedo, que pasó de 160 raciones a 254 por día.

Rosalía, más conocida como Rosa, está a cargo de este lugar que trabaja día a día para alimentar a 96 familias. El aislamiento impide que muchas personas salgan a trabajar y por eso dependen del comedor para tener un plato de comida. 

Además, el Nueva Esperanza da la copa de leche. "Acá todo es donación y con eso funciona", explicó Rosa, que remarcó el aumento de las raciones en el último tiempo. Sin embargo, la situación se complica y a veces tienen que decir que no tienen más.  

El incesante trabajo del comedor Nueva Esperanza en Villa Boedo

Por esta realidad, un grupo de mamás organizó una rifa de 30 pesos para ayudar a pagar algunas cosas que Rosa pone de su dinero. Los premios son una canasta de mercadería, una canasta de limpieza y doce alfajores de maicena. 

En este contexto, las colaboraciones son más que bienvenidas y traen alivio para el lugar, que cuenta con varias colaboradoras. "Acá se reciben donaciones de lo que se pueda: ropa, calzado, alimentos, leche, todo es bienvenido", expresó Rosa. 

Para colaborar u obtener información por la rifa se pueden comunicar al 351 6834 285.