Desde hace casi tres semanas que las autoridades sanitarias debieron ir acercando cada vez más la lupa hacia el sur de la provincia de Córdoba. Con el paso del tiempo, la demanda de recursos en el sector para combatir el coronavirus se multiplicó y, por estos días, las consecuencias están a la vista.

El epicentro es la ciudad de Río Cuarto, que en veinte días llegará a acumular 1.500 casos y desde este sábado regresa una cuarentena estricta. El intendente Juan Manuel Llamosas impone, por diez días, el retorno a la fase 1.

En las últimas horas se supo que el titular del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) regional, Carlos Pepe, ya no seguirá en el cargo. Se ocupará, íntegramente, de la dirección del nuevo hospital San Antonio de Padua.

"Tenemos un equipo técnico de más de treinta personas allá, porque se trata de un brote de una magnitud significativa y una extensión territorial muy grande" dijo este miércoles Diego Almada, coordinador sanitario del COE. Por estas horas, el profesional queda a cargo de la región, buscando limitar el grave impacto de la pandemia.

Detalló que en la zona "hay más de 2700 casos", de los cuales permanecen activos casi dos mil. Entrevistado en el programa Entre Nosotros Rebeca, habló del avance de "una mesa de integración sanitaria entre los sectores público y privado", que se encarga del monitoreo de la situación.

Almada adujo que el nosocomio principal tiene una ocupación "del 65%" pero se ocupó de decir: "Queremos llevar tranquilidad de que hoy el sistema está dando respuesta a la demanda y hay condiciones para mejorar esa capacidad".

La actualidad marca que el Sanatorio San Lucas se encuentra hoy afectado, pero el funcionario adujo que "sus funciones son absorvidas por clínicas y el hospital, como ocurrió antes con otro".

En detalle, Almada dijo que de sus 220 camas, "hoy más de 100 están destinadas al Covid", pero valoró que "en el sector privado se están reconvirtiendo algunas camas", para utilizar "en caso necesidad".

Como positivo, resaltó que "se pudo determinar el nexo epidemiológico del 85% de los casos" y que prefiere "no polemizar" sobre la existencia o no de transmisión comunitaria.

La región

La zona sur de la provincia comenzó a sufrir la pandemia con los primeros casos en Vicuña Mackena, que incluyó a una residencia de adultos mayores. No en vano en la pequeña localidad ya se produjeron 15 muertes por la patología.

Hoy, allí casi la totalidad de los infectados recibió el alta médica, aunque queda activa una treintena.

"Tenemos en General Deheza un brote aún activo, que lo denominamos un brote joven. Por eso hay que seguirlo de cerca. También nos estamos ocupado de la situación en Bulnes, donde ya se contagió el 10% de la población", dijo Almada.

En esta última localidad, el reporte del miércoles informó dos nuevas muertes.

La disparada de casos en Coronel Moldes, también en la zona, dejó hasta ahora seis víctimas fatales.