Ni Una Menos Córdoba publicó un comunicado de los familiares de Carina Drigani, la mujer de 44 años asesinada en mayo de 2016.

Allí apuntan al único imputado, su última pareja, Hugo Salas.

Carina, era madre de 4 hijos. El padre de dos de ellos estuvo detenido por el crimen pero fue liberado un mes después por falta de mérito.

Fue en agosto que Salas fue puesto bajo prisión preventiva como único acusado. Al tener más de 70 años, goza de prisión domiciliaria y este martes es sometido a juicio.

El comunicado

El 25 de junio, inicia el juicio por el femicidio de Carina Drigani, asesinada por su pareja Hugo Salas en el arroyo La Aguada de Icho Cruz, hace tres años.

La defensa querrá imponer la idea de que Salas no se encontraba allí, de que la desaparición y la muerte de Carina no son hechos concatenados, que las declaraciones de Salas en la denuncia que realizó (y en las que se evidencian todas sus mentiras) no pueden ser tomada como parte de prueba, porque en ese momento no se encontraba acusado, y una serie de tecnicismos más. La defensa va a pedir la absolución de Hugo Salas.

Nosotros sabemos que Carina fue aislada, acorralada y asesinada en un contexto de violencia de género, en el que su asesino se erigió en la figura de “un protector” que tomaba decisiones en nombre de ella, en nombre de su supuesto bienestar. De ser dueño de sus decisiones, pasó a convertirse en dueño de su vida y de su muerte, ante la confirmación de que Carina ya no quería continuar con una relación en la que se “sentía asfixiada”, como se lo llegó a contar a su última paciente.

Esperamos que se juzgue y condene a Hugo Salas por su asesinato, que quede claro que no se trató de un hecho fortuito, sino de una fría planificación. Sabemos que serán semanas complejas, de revivir nuevamente el horror que significó esta muerte. Sin embargo, confiamos que la Justicia estará a la altura de las circunstancias y de las exigencias de la sociedad actual respecto a los femicidios.

Consideramos que la justicia debe estar a la altura de las demandas y preocupaciones sociales actuales, respecto a la violencia de género y a los casos de femicidio. Las cifras son escalofriantes y la sociedad espera una respuesta, también, del aparato de Justicia que siente precedentes y condenas acordes al delito cometido. El Estado y el Sistema Judicial deben presentarse como garantes de una política y jurisprudencia que ayude en la prevención y erradicación de estos casos. Esperamos, por lo tanto, el desarrollo de un proceso claro y una condena justa por el femicidio cometido, que excede incluso al daño irreparable sobre la víctima y que se traslada, en este caso, a sus hijas, hijo y nieta.

Creemos que la visibilización del femicidio de Carina es extensible y representativo de todas aquellas mujeres que han sido víctimas de algún modo de violencia en sus parejas. Estamos convencidos de la necesidad de un cambio social y cultural profundo, que destierre la naturalización de la violencia de género y de la concepción del amor como posesión o como manipulación del ser amado.

Pero hasta tanto esa transformación se vaya dando, se vaya construyendo socialmente, creemos que la Justicia tiene un rol claro y debe dar un mensaje comprometido frente a la necesidad de acabar con las prácticas femicidas.

Agradecemos, de corazón, que difundan su historia y nos acompañen en este camino de búsqueda de justicia para Carina y para sus tres hijas, su hijo y su nieta que ya no la tienen: #FueFemicidio #JusticiaPorCarina #NiUnaMenos VivasYLibresNosQueremos”.