El colectivo El Telar, que trabaja con los feminismos desde Abya Yala – enfoque de feminismo comunitario- organizaban, en conjunto con la Municipalidad de Río Ceballos, el evento “Transformar(nos): encuentro de feminismos desde Abya Yala”.

Sin embargo, denuncian que se quedaron sin locación. La sede de ese encuentro sería el camping de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que tiene Río Ceballos. 

El encuentro, pautado para el 14 y 15 de marzo, es organizado en redes y cuenta con la adhesión del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia, Conicet, Facultad de Ciencias Sociales, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia, el área de Feminismos, Género y Sexualidades del Centro de Investigaciones CIFFyH de la Facultad de Filosofía y Humanidades y de ADIUC.

Los ejes a tratar en esa jornada “vivencial”, desarrolladas en el marco del Seminario de Posgrado ‘Derechos Humanos, interculturalidad y pueblos originarios. Debates en clave feminista’, eran: cuestiones trans, cuerpos disidentes, sexualidades disidentes. Marlene Wayar (psicóloga social, activista trans) y Claudia Rodríguez (activista trans chilena) eran algunas de las figuras del encuentro.

Gabriela Artazo, miembro de El Talar, contó a cba24n que estaba pautado que el encuentro culminara con un festival de artistas locales, articulados conjuntamente con la Municipalidad de Río Ceballos, durante la noche de esa jornada. Esa instancia fue negada por Rubén Urbano, secretario General de la UOM.

Artazo contó que mantuvo una reunión con el gremialista quién planteó, dijo, que no podían ceder el predio luego de las 23 horas, franja horaria en la que se llevaría a cabo el festival de cierre. La integrante de El Talar le argumentó que al ser co-organizado con la Municipalidad, no habría inconvenientes en materia de multas o sanciones.

Sin embargo, Artazo relató: “Empezó a tratarme mal con gestos y con su voz diciendo ‘Si no les sirve no se lo prestamos’ no pudiendo atender las necesidades del encuentro”.

Por su parte, desde la UOM negaron que el permiso no se haya dado por una cuestión de discriminación. “Nosotros no tenemos problema que se haga ningún tipo de evento. Es un lugar privado por eso necesita de nuestro permiso. Ofrecimos el lugar al precio de afiliado, para tener una gentileza pero con la condición que el evento no se haga de noche y con la música alta, porque después la municipalidad nos pone multas. Hasta las 23 horas no hay problema”, explicó Rubén Urbano a La Voz.