"Estábamos en la iglesia el domingo a la mañana cuando un vecino entró y mi esposo cambió la cara totalmente, pensé que habían entrado a robar porque no es la primera vez, pero cuando salimos todo estaba ardiendo", recordó Mariel Velazco después del incendio en el que perdió las pertenencias de toda su familia en barrio Nueva Esperanza.

Con cinco hijos de entre 4 y 12 años las pérdidas fueron totales para un hogar que subsiste de chagnas y una pequeña verdulería.

Durante algunos días la iglesia a la que asisten les dio cobijo. Pero el lunes a la noche volvieron a dormir en una construcción precaria que está en el mismo predio del incendio.

Estufas, ropa, lavarropas y roperos además de materiales de construcción, son algunas de las necesidades de esta familia que perdió todo entre las llamas.

Lo interesados en colaborar pueden comunicarse al 3516467355.