La fertilidad en la mujer empieza a decaer a los 35 años. Así de contundente. Los 35, esos que son "los nuevos 25". Y si queremos ser más drásticos, algunos médicos hablan de que a los 38, la caída es drástica y en picada.

Muchos leerán esa sentencia y quizás sea la primera vez. Otros habrán escuchado algo al pasar y un gran porcentaje, ese porcentaje post 35 que quizás decidió arrojarse al camino de la maternidad o paternidad, aprendió la frase a cachetadas.

Y es que por lo general "Nadie nos avisó". 

Los óvulos van perdiendo su calidad, envejecen junto a todo el resto de las células. En una nueva injusticia de la naturaleza, la calidad de los espermatozoides no sufren tan drásticamente el paso del tiempo. Pero es una verdad universal, para conseguir un embarazo, se necesitan de óvulos, espermatozoides y un útero.

Las mujeres que asistimos desde adolescentes a los controles ginecológicos, probablemente estemos informadas sobre los cuidados para evitar un embarazo no deseado o contraer una enfermedad de transmisión sexual. Sabemos de anticoncpetivos, preservativos, y hasta pastillas del día después. Sabemos que podemos planificar la familia y ya no es necesario postergar una carrera o las ganas de viajar o disfrutar sin las responsabilidades de la maternidad.

Hoy, ser madre, está dejando de ser un mandato. Y eso, sin dudas, es una conquista.

También contamos con herramientas como la Ley de Educación Sexual Integral, que aunque insuficiente y poco o mal aplicada, en las escuelas intenta abordar las mismas temáticas.

Pero ni en esas consultas médicas ni en los textos de la ley, nos hablan de la "letra chica" de la planificación familiar. Esa parte del contrato que advierte que si nos demoramos en concretar la maternidad, quizás nos pueda costar, y mucho.

Para eso, está el Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad. Desde hace algunos años, la Federación Americana de Fertilidad instauró este mes para generar conciencia de la necesidad de cuidar nuestra fertilidad. Para empezar a informarnos sobre este reloj biológico de la mujer, para advertirnos que la planificación familiar puede ser muy cuesta arriba.

Y para ilustrar, vamos con algunos datos. En el mundo, y de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud, cerca de 50 millones de parejas tienen dificultades reproductivas. En argentina, una de cada seis parejas. Y en la mayoría de los casos, la consulta por fertilidad comienza pasados los 35.

Pero no todo es tan terrible. En primera medida, esto no es absoluto. No quiere decir que todas las mujeres cumplen 35 años y ese mismo día sus óvulos dicen "gracias por todo". Depende de cada cuerpo.Hablamos de una generalidad. Y el propósito de este mes, es poder decidir y planificar nuestra vida familiar con todos los datos sobre la mesa, con la información completa.

Hay técnicas de reproducción asistida que gracias a la Ley de Fertilidad sancionada hace siete años en nuestro país, permiten a quienes tienen obras sociales y pre pagas acceder a tratamientos.Eso ya es excluyente. También tenemos posibilidad de criopreservar óvulos para usarlos cuando queramos. Y además, la medicina avanzó tanto, que hasta podemos ser madres con óvulos o espermatozoides donados. Esos caminos no son sencillos, ni un poco. Todo empieza por contar con la información en el tiempo correcto.

Desde Cba24n consultamos a la Dra. Viviana Herrera,Especialista en ginecología y Medicina Reproductiva ME 7118 sobre el funcionamiento de este "reloj biológico". Además, la Lic. en psicología Celeste Carranza Casas, explica los efectos que tienen las dificultades reproductivas. Por último, Maru Pesuggi, paciente y autora del libro Que me parta un Milagro hace su aporte.

Junio: mes de la fertilidad