El Premio Global a la Enseñanza (Global Teacher Prize) seleccionó a dos docentes argentinas entre los 50 finalistas al mejor maestro del año. Una de ellas es cordobesa y su nombre es Gisela Gómez.

La docente trabaja en el Instituto Provincial de Educación Técnica (IPET) Nº 85 "Republica de Italia" de Estación General Paz. Gómez fue reconocida por desarrollar junto a sus estudiantes proyectos científicos innovadores para resolver los problemas de la comunidad.

Uno de los proyectos que impulsó, por ejemplo, fue la creación de dulces ricos en proteínas hechos de nopal y caramelos fortificados con vitaminas C y E, de las que los adolescentes suelen carecer en sus dietas.

"Cuando se enteraron de que uno de los profesores de la escuela era celíaco, desarrollaron mezclas preparadas para hornear sin gluten y organizaron una campaña de concientización sobre esta enfermedad", explicó el Premio Global a la Enseñanza.

En 2015, tomaron 245 muestras de los tanques de agua de las viviendas de la localidad de Estación Gral Paz, Córdoba, las analizaron en el laboratorio escolar para verificar la presencia de Escherichia Coli, y organizaron una gran campaña de sanitización de tanques de agua domiciliarios. 

El galardón consiste en un premio de un millón de dólares que entrega la Fundación Varkey,y la Unesco.

La segunda docente argentina seleccionada es la platense Ana María Stelman. "Enseña a niños de una zona muy vulnerable a través de la empatía, la escucha y la comprensión, desarrolla proyectos y trata de implicar a sus familias en la educación de sus hijos", argumentó la organización sobre su nominación.