Lo que hoy se conoce como barrio, se llamaba “el pueblo de los talleres”. Nació después de la primera guerra mundial. El origen del nombre es porque en esa zona se producían ferrocarriles. Las fábricas y lo producido primero pertenecía a empresas extranjeras y luego pasó al control del Estado.

La extensión de los talleres, el ruido que producían las máquinas, la pluralidad de lenguas de los trabajadores hizo que se deba encontrar un sistema para avisar de ingresos, pausas y salidas. Es por eso que se instaló una gran sirena que sonaba para informar que algo debía ocurrir.

Los obreros venían de distintas partes del mundo, la situación de posguerra generó una migración masiva y Argentina fue uno de los principales destinos elegidos para encarar una nueva vida.

Décadas después, los ferrocarriles dejaron de producirse durante el gobierno de Carlos Menem, y desde ese momento los talleres del barrio se dedican solamente a reparar maquinas. Pero todavía hoy, la sirena sigue sonando.

Del Instagram de canal10cba