El caso nos remonta a Diciembre de 2018, cuando dos sacerdotes, Oscar Portillo y Diego Roqué Moreno, fueron detenidos acusados de abuso sexual en contra de un exseminarista en el Monasterio Cristo Orante de la localidad de Gualtallary, a 120 kilómetros al sudoeste de la capital de Mendoza

Como producto de esas dos detenciones, el Monasterio fue cerrado de forma preventiva y provisoria por el Arzobispado de Mendoza. Además, los sacerdotes fueron imputados por delitos contra la integridad sexual que van desde abuso simple, hasta abuso agravado por acceso carnal con perversión de menores. 

En ese marco, ahora el mismo Arzobispado de esa provincia decidió tomar una decisión que tiene pocos precedentes: sancionar a Jorge Portillo por cinco años

Según comunicó la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), se trata de una "sanción canónica"  que implica la prohibicón de:

"Ejercicio presencial o virtual del ministerio presbiteral, lo cual incluye expresamente presidir celebraciones eucarísticas u otras sacramentales, con participación de fieles; el ejercicio del ministerio de la palabra en cualquiera de sus formas; el dictado de cursos o charlas o conferencias doctrinales o catequísticas"