El folleto que repartió el municipio de Morón y se viralizó ayer generó una fuerte polémica por las recomendaciones para reducción de daños y riesgos en el consumo de drogas.

La Asociación de Reducción de Daños de Argentina es una organización que confeccionó los folletos que levantaron polémica.

El titular de ARDA, Gustavo Zbuczynski, explicó a Nada del Otro Mundo por FM 102.3 que ese folleto se enmarca en una intervención generalizada que realiza la organización en las políticas de drogas de Morón. "Ese volante, descontextualizado de todo esto, aparece como escandaloso. Si lo pones en el marco de una política integral es otra cosa", indicó.

Además, Zbuczynski respondió a las críticas que disparó el folleto y dijo que "hay que dejar de lado la hipocresía". "Este proyecto viene por una ordenanza municipal de reducción de daños que se aprobó por unanimidad meses atrás. Todas las fuerzas políticas votaron a favor del proyecto. El partido de los mismos concejales que votaron la ordenanza ahora está llevando agua para su molino porque le conviene políticamente", manifestó.

Ante las amenazas de denuncias en la Justicia contra el municipio -y eventualmente contra ARDA-, el psicólogo afirmó que esas posturas se amparan en la Ley 23.737 que "fue declarada inconstitucional en el año 2010", al tiempo que aclaró que el Art. 4 de la Ley Nacional de Salud Mental y su reglamentación amparan las acciones de reducción de riesgos y daños.

Distintas miradas sobre la reducción de riesgos y daños

Rushdy Salman, psicólogo y diplomado en adicciones, dijo al programa Mirá quién habla que si bien "es mejor no consumir, la realidad es que hay consumo y hay que ver qué se hace con quien va a consumir y no puede medir los riesgos". Con mirada histórica, el especialista relató que esta mirada de reducción de riesgos y daños penetró en Europa con el tema de la heroína: "Se entregaban jeringas, metadona, para evitar el contagio del Sida. Ahí nace la reducción de daños como salud pública. Es como el conductor designado, que alguien esté para que no haya accidentes".

"Las consecuencias del alcohol y el tabaco a nivel de salud pública es mucho más grave que el de las drogas ilegales, pero lo de las drogas ilegales impacta más", completó Salman.

Por su parte, el cura Mariano Oberlin, que hace años está en contacto con jóvenes con consumo problemático, aseguró que "meterse cualquier droga es riesgoso" pero que "hay gente que a pesar de que sabe que le puede hacer daño lo mismo elige consumir y para esa población hay que pensar cómo hacemos para que sea el menor daño posible".

"Desde ese lado me parece bien la reducción de daños", sentenció el párroco, que pidió dar el debate "con todas las cartas posibles, porque si este tema se trata siempre con tantos tabúes no hay forma de saber lo que está pasando y lo que se puede hacer".

De hecho, en diálogo con Alta mañana de Universidad 580, Oberlin opinó que su trabajo es, de alguna manera, un intento de reducción de daños: "Intentamos que los chicos no consuman y recuperen su familia, su laburo. Pero no siempre se logra. Ahora abrimos una casita para chicos que no aceptan un tratamiento pero están en la calle consumiendo, haciendo macanas para poder comer. Por lo menos les damos un platito de comida, que se den una duchita, que tengan un par de charlas por semana con un psicólogo".

"Hay casos donde la decisión de seguir consumiendo esta tomada. Al menos que la persona no se mate con eso", cerró Oberlin.