A casi un mes de haber sido internado de urgencias en el Hospital de Niños de Córdoba, el pequeño Rufino, de dos años, fue dado de alta después de una enorme batalla por salvar su vida. Llegó a estar en estado crítico por el accidente doméstico.

El niño, oriundo de Saldán, intentó meter su mano en el secarropas mientras el aparato estaba en funcionamiento, y la fuerza centrífuga le arrancó por completo el brazo derecho.

En medio de la terrible situación, su padre lo cargó y lo llevó a un dispensario de dicha localidad, y a la vez, un tío llevó el miembro succionado en una conservadora.

Ante la gravedad del caso, los médicos de Saldán lo derivaron al Hospital de Niños de Córdoba. Allí, y a pesar del gran esfuerzo de los profesionales, no lograron reimplantarle el bracito, ya que su cuerpo lo rechazaba, y tuvieron que volver a amputárselo.

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Después de casi un mes de aquel día trágico, el niño tuvo hoy su alta médica. "Fue sorpresiva, nos avisaron a último momento y pudo volver a encontrarse con sus hermanos", dijo emocionada su mamá, Patricia, en diálogo con El Show del Lagarto.

"Por momentos tiene berrinches medios raros, pero me dijeron que con el tiempo se van a ir", finalizó la mamá.